El pollo es una de las carnes animales más versátiles y sabrosas, por lo que preparar recetas con ella puede abrir un mundo de posibilidades. Sin embargo, no todas las recetas con pollo son fáciles de hacer, haciendo que sea importante notar la diferencia.
Cocinar se trata de unir distintos ingredientes, saber de cocciones, cortes y demás para obtener un resultado delicioso y que valga la pena. No obstante, no hay que ser un gran cocinero para salvar una comida.
Pensando en esto, a continuación, se hará referencia de diversos platillos rápidos y fáciles con pollo, para los que no quieren complicarse mucho, pero sí comer rico y sin contratiempos.
Tinga de pollo
Comer pollo no tiene que ser un asunto difícil, solo se debe tener un poco de imaginación y listo. La tinga de pollo es un plato típico de México y se puede preparar de manera rápida y sencilla.
Un punto determinante para conseguirlo es contar con una buena base de tomates molidos, los cuales pueden comprarse sin problemas, dado que hay una marca comercial que lo vende de alta calidad y funcionan muy bien para diversas recetas, siendo conveniente contar con varios envases en la alacena.
Además de los tomates molidos, se necesitará cebolla, ajo y chile chipotle. El pollo se deberá deshebrar y se sirve muy bien acompañado de tostadas, tortillas de maíz e incluso pan, según como se quiera en el momento.
Pollo salteado con verduras
Otra receta que se puede hacer muy fácilmente es el pollo salteado con verduras. Para comenzar, se puede hacer con casi cualquier tipo de verduras o vegetales que se tengan en la nevera.
Tomates, cebollas, calabacines, berenjenas, granos de elote, entre otros. Se saltean primero las verduras y vegetales hasta que estén bien cocidos. Se retiran y en la misma sartén se procederá a saltear el pollo hasta dorarlo.
Es mejor que solo sea carne de la pechuga y que no tenga huesos, hará que se pueda comer todo más fácil. Además, se recomienda cortarlo en tiras o cuadros, según el gusto de cada persona, de un tamaño estándar para que se cocinen parejo.
Una vez dorado el pollo se le agregan las verduras y vegetales y se deja cocinar todo junto un rato. Se rectifica la sal y se procede a servir. Se puede acompañar con tortillas de maíz, arroz blanco e incluso con pasta.
Pollo frito
El pollo frito es un clásico de la comida rápida y puede hacerse de forma muy sencilla. Solo se deben elegir las piezas de pollo correctas, cocinarlas según el gusto y elegir el modo de preparación.
En este caso, se pueden freír directamente, sin agregarle nada más. Sin embargo, pueden hacerse empanizadas o con alguna salsa, para darles mayor gusto y crocancia.
Lo que sí se debe tener presente es que el aceite se encuentre bien caliente y que el fuego no sea demasiado fuerte o lo quemará por fuera, dejándolo crudo por dentro.
Darle el tiempo ideal a cada pieza es primordial y, sobre todo, colocarlas en papel de cocina al salir de la freidora, para eliminar un poco del aceite que tengan acumulado afuera.
Bocaditos de pollo
Esta es una versión del pollo frito. Se necesitará una pechuga deshuesada y picada en taquitos de más o menos el mismo tamaño.
En un envase, se colocará harina de trigo, un huevo, leche, sal y pimienta y se removerá muy bien todo.
En un sartén se calentará el aceite y se irán pasando los pedacitos de pollo por la mezcla anterior y luego al sartén rápidamente. El pollo deberá crear una costra crocante y dorada antes de retirarlo del fuego.
Este platillo se puede comer con las manos y es ideal para grandes y pequeños.
Preparar comidas rápidas con pollo es muy sencillo, solo se deberá tomar en cuenta los tiempos de cocción y el cómo se quiere preparar la proteína para disfrutar de algo muy bueno.