Diseño, maquetación, preimpresión y encuadernación
La mejor forma de conseguir ver nuestra creación literaria en formato físico, es acudir a una imprenta de libros en la que nos puedan asesorar sobre criterios que seguramente desconocemos, como es el caso del diseño, la maquetación, la preimpresión y la encuadernación. Antes para conseguir tener algo con una calidad que pudiera rivalizar con las grandes editoriales era necesario diseñar, por un lado, la maquetación del texto, y luego acudir a una imprenta común para terminar el proceso. Hoy en día podemos delegar todas esas partes a los especialistas, y sin salir de casa, con un increíble resultado final para que solamente tengamos que preocuparnos de la escritura y del contenido del propio libro.
Estas empresas tienen sus propios equipos de diseño y maquetación que realizan todo el trabajo visual y acabados personalizados a la medida de cada cliente, ya sea alguien particular o una empresa o editorial. De la misma forma que se puede encargar este tipo de pedidos sin salir de casa y de forma 100% online, también es posible solicitar un presupuesto del mismo modo, solo con rellenar ciertas casillas de un formulario. En el mismo nos preguntarán el tipo de papel, tamaño de la encuadernación, si queremos color, mezcla o todo en blanco y negro, para finalmente, saber cuántas copias vamos a querer. Hay que tener en cuenta que este tipo de empresas creadoras de libros necesitan un pedido mínimo, que suele oscilar entre las 35 y 60 copias. Al indicar nuestro correo electrónico recibiremos en el mismo un presupuesto detallado con el precio final.
Algunos consejos para comenzar a escribir tus primeros relatos, textos y novelas
Ahora que ya sabemos cómo de fácil puede ser el resultado final, vamos a repasar toda una serie de consejos que facilitarán que algo tan complicado como puede ser escribir un libro, deje de ser un problema:
- El miedo a la página en blanco: todo el mundo que ha comenzado a escribir alguna vez cualquier cosa se ha enfrentado al miedo que genera un folio totalmente en blanco, donde no se sabe muy bien cómo empezar, ni siquiera realmente qué contar. Para ello, es necesario seleccionar aquellas ideas que más nos inspiren, esquematizar en la cabeza qué pasará en el desarrollo de la historia y cómo se resolverán todos los conflictos. Sabiendo esto se podrá comenzar a averiguar qué tiene que pasar en cada capítulo, eliminando así el miedo al folio en blanco.
- Leer: parece contradictorio, pero no lo es, un escritor tiene que haber leído mucho, no simplemente para conocer y guardar palabras en su memoria, sino que tiene que almacenar referencias, estilos y personajes que le inspiren. Como en cualquier trabajo o desarrollo profesional es prácticamente de uso obligatorio conocer cómo escriben otros para encontrar el propio estilo de escritura.
- No tener miedo: escribir un libro, sobre todo cuando es ficción, no tiene nada que ver con formalismos ni debe ser lo que se espera de él. Al propio autor le debe de dar igual si algo es de fácil comprensión o no, pues debe utilizar los recursos literarios disponibles, como él lo desee.
Guarda todo y ten paciencia: escribir es un oficio de reflexión, en el que aparte, se debe escribir, leer y releer, todo lo plasmado en el papel. Por tanto, hay que tener paciencia y guardar todo, aunque sea algo que en ese instante no nos termine de agradar o gustar. Será dentro de unos meses cuando lo volvamos a leer, de manera que será entonces el momento del verdadero indicio sobre si ese fragmento escrito puede funcionar como se quiere o si resistirá nuestra crítica.