Hay que entender que el objetivo general a la hora de hacer una estrategia integral de marketing online es incrementar las ventas, y esto se hace aumentando el tráfico hacia la web, mejorando la propia página para que sea más cómoda para los visitantes, entre otros métodos. Todo forma parte de una estrategia integral que es similar para los diferentes nichos, pero la calidad y algunos puntos clave, son lo que marcan la verdadera diferencia.
El posicionamiento en Google
Agradar al buscador más utilizado es completamente imprescindible para posicionar bien una página en internet. Hay una gran cantidad de factores que influyen, y algunos tienen más peso que otros. La idea es trabajar todos en la medida de lo posible, pero la dificultad radica en que el algoritmo del buscador cambia cada pocos meses.
Es necesario estar informado acerca de toda la actualidad sobre Google para entender qué es lo que está premiando el buscador con un buen posicionamiento. Las constantes actualizaciones hacen que haya que ajustar continuamente las webs para que sigan ganando puntos en este aspecto.
Incluso si una página el año pasado fue muy visitada, es muy probable que ahora haya quedado relegada a puestos bastante más atrás por la falta de actualizaciones. Lo que va a marcar la diferencia en este punto es el trabajo diario en la web para no quedarse fuera de los primeros puestos de Google.
El diseño de la página
Una vez que se consiguen visitas, lo siguiente es la retención de público. No tiene sentido generar una gran cantidad de tráfico hacia la web si no va a ser productivo para el negocio Aquí es dónde el diseño de paginas web entra en juego, porque se encarga de incentivar la interacción entre el internauta y la web.
Existen dos ramas que se trabajan en el diseño, que son la de la parte funcional y la parte estética. Lo primero que notan los visitantes es si una página es atractiva o no, esto destaca como una portada, siendo el aspecto más llamativo de la página del sitio web de una empresa, ya que se trata de la carta de presentación de la misma.
El diseño debe ir acorde a la imagen que quiere transmitir la compañía, ya sea un estilo formal, amigable o de lujo. Sin embargo, también debe ser diferente al diseño de las demás páginas para captar por completo la atención del usuario. Debe ser un equilibrio delicado entre lo que ya se conoce y la innovación.
Por otro lado, el diseño web trabaja también la experiencia del usuario dentro de la página. Todo debe estar pensado para que el visitante quiera explorar, hasta cumplir con el objetivo de la misma, ya sea vender o únicamente informar, o dar los datos de contacto. Por ejemplo, no tiene sentido una página de ventas que no tenga un botón para pagar.
Y más allá de esto, la idea es guiar al internauta sin que se dé cuenta para que haga lo que busca la compañía, y que todo sea lo más sencillo posible. Cuantos menos pasos tenga que dar el potencial cliente, más animado se sentirá para realizar tales acciones.
A pesar de que no forman parte del SEO, sí son una herramienta que lo alimentan de forma indirecta. Los perfiles en las redes sociales son el medio por el cual muchas marcas se comunican con sus clientes y el resto de usuarios. Por aquí se crea un flujo de información constante, con el cual es fácil influenciar a los potenciales compradores.
En este momento, una de las prioridades de los negocios es comprar seguidores Instagram porque es la red social más utilizada del momento. Si bien no tiene tantos usuarios como otras, sí que es la de mayor actividad y un mayor incremento en suscriptores.
Los perfiles de Instagram con una gran cantidad de usuarios dan una imagen de autoridad en el nicho que siempre es beneficiosa para la compañía. De esta manera, se vuelve una referencia dentro del mismo, a la vez que tiene contacto directo con un gran número de clientes en potencia. Es un ciclo muy beneficioso que se retroalimenta por sí mismo después de arrancar.