¿Qué es un notario?
Antes que nada, conviene decir que los notarios de Madrid son los funcionarios públicos que tienen la facultad de otorgar la seguridad jurídica preventiva a los actos y contratos de particulares y empresas, por lo que acudir a ellos es sinónimo de poder estar seguros de que los documentos que cuenten con su aval, se corresponden a la perfección con la legalidad vigente y que los contratos firmados en su presencia son definitivos, inamovibles y eficaces.
En este sentido, puede decirse que el notario hace las veces de asesor jurídico y de legitimador de los contratos, dado que su función pasa por estudiar nuestro caso e indicarnos cuál es la mejor alternativa para poder llevar a cabo nuestra voluntad dentro del marco de la ley.
¿Cuándo es necesario acudir a un notario?
Dicho esto, puede entenderse que las situaciones que pueden llevarnos a acudir a un notario son muchas, por lo que aquí nos limitaremos a las más frecuentes en favor de que puedan servir como ejemplo para todas aquellas personas que no estén seguras de si su caso necesita la ayuda notarial o no.
En consecuencia, comenzaremos afirmando que uno de los servicios más demandados ante el notariado es el de dejar constancia de nuestro testamento, dado que como hemos visto más arriba, los documentos que cuentan con el aval de uno de estos profesionales son definitivos e inamovibles, por lo que hacerlos partícipes de nuestras últimas voluntades en lo referente al reparto de nuestra herencia, podrá evitar que nuestros descendientes entren en disputas entre sí.
Por otra parte, la firma de un notario es necesaria cuando hacemos donaciones de cierta cuantía, independientemente de que se traten de bienes muebles o inmuebles. A este respecto, hay que pensar que los documentos notariales tienen validez oficial, por lo que contar con su aval a la hora de donar nuestros bienes, es sinónimo de dejar constancia legal de que nuestra intención es la de traspasar esos bienes y, de esta forma, poder evitar ciertos problemas, como el pago de impuestos derivados de la posesión de esos bienes.
Además, los notarios tienen la capacidad de concretar con su firma cualquier contrato de compraventa entre particulares, por lo que contar con ellos en el momento de efectuar la venta de alguna propiedad inmobiliaria es prácticamente algo ineludible.
En otro orden de cosas, la firma de un notario es indispensable a la hora de llevar a cabo muchos préstamos personales y la totalidad de los hipotecarios, dado que ésta es la forma en la que los bancos se aseguran por vía contractual que van a recibir sus pagos.
Otro de los servicios que prestan los notarios es el de avalar las capitulaciones matrimoniales, que son los contratos entre los contrayentes de un matrimonio, en lo relativo a la separación de bienes o cualquier otra disposición que estimen necesario dejar por escrito.
También es importante la labor notarial a la hora de llevar a cabo la emancipación de nuestros hijos, dado que la firma de un notario, avala nuestra voluntad de desligarnos definitivamente de aquellos y, en consecuencia, nos evita poder ser demandados por no cumplir con nuestras obligaciones como padres.
Por último, destacaremos que el notario es el profesional que tiene la capacidad de dar legitimidad a la hora de otorgar los poderes que son propios, algo necesario a la hora de permitir recoger un título académico a una persona determinada por nosotros o firmar un contrato en nuestro nombre, por limitarnos a dos ejemplos.
En conclusión, no podemos más que decir que los notarios pueden ser de mucha ayuda en éstos y otros asuntos, por lo que ante la menor duda de si vamos a necesitarlos, la mejor opción será contactar con uno de ellos.