La expresidenta interina boliviana Jeanine Áñez fue sentenciada a 10 años de prisión por cargos relacionados con su toma de posesión en 2019 en medio de violentas protestas que llevaron a la renuncia y exilio de su antecesor, Evo Morales.
LA PAZ, Bolivia – La expresidenta interina boliviana Jeanine Áñez fue sentenciada el viernes a 10 años de prisión por cargos relacionados con su toma de posesión en 2019 en medio de violentas protestas que llevaron a la renuncia y exilio de su antecesor, Evo Morales.
Áñez fue condenada por el tribunal por incumplimiento del deber y por actuar contra la Constitución cuando se autoproclamó presidenta en lo que Morales y su partido calificaron de golpe de Estado.
Los partidarios de Áñez niegan que haya sido un golpe de estado y dicen que el presunto abuso de poder de Morales provocó un levantamiento legítimo en las calles. La destitución del primer presidente y vicepresidente indígenas de Bolivia creó un vacío de poder que permitió a Áñez asumir la presidencia interina como segunda presidenta del Senado, dicen. La defensa dijo que apelará la decisión.
“No moví un dedo para ser presidenta, pero hice lo que tenía que hacer para pacificar un país que Morales dejó conmocionado en su huida”, dijo Áñez desde la prisión donde está recluida.
Morales renunció después de protestas en todo el país por sospechas de fraude electoral en las elecciones del 20 de octubre, que afirmó que ganó para ganar un cuarto mandato. Morales negó que haya habido fraude. Las protestas dejaron 37 muertos y obligaron a Morales a huir a México.
Su partido, conocido por sus siglas en español MAS, volvió al poder en las elecciones de 2020 y Morales ha regresado a Bolivia desde entonces.
El juicio sienta un «precedente histórico» contra la impunidad, dijo el diputado del MAS Juan José Jáuregui.
El tribunal también condenó al excomandante de las Fuerzas Armadas Williams Kaliman y al excomandante de la Policía Vladimir Calderón a 10 años de prisión. Otros cuatro exjefes militares recibieron sentencias menores.
Afuera del penal donde estaba detenida, unas 50 personas portaban pancartas protestando contra Áñez.