LONDRES: Las computadoras pueden leer el lenguaje corporal de una persona para saber si está aburrida o interesada en lo que ve en la pantalla, según un nuevo estudio que podría conducir a robots empáticos y programas de aprendizaje en línea reactivos.
La investigación muestra que al medir los movimientos de una persona mientras usa una computadora, es posible medir su nivel de interés al monitorear si exhiben los pequeños movimientos que las personas tienden a exhibir constantemente, conocidos como movimientos no instrumentales.
Si alguien está absorto en lo que está viendo o haciendo, lo que el Dr. Harry Witchel de Brighton and Sussex Medical School en el Reino Unido lo llama «compromiso extático»: hay una disminución en estos movimientos involuntarios.
«Nuestro estudio mostró que cuando alguien está realmente muy comprometido con lo que está haciendo, suprime estos pequeños movimientos involuntarios», dijo Witchel.
«Es lo mismo que cuando un niño pequeño, que normalmente está constantemente en movimiento, mira boquiabierto los dibujos animados en la televisión sin mover un músculo», dijo.
El descubrimiento podría tener un impacto significativo en el desarrollo de la inteligencia artificial, dijeron los investigadores.
Las aplicaciones futuras podrían incluir la creación de programas de tutoría en línea que se adapten al nivel de interés de una persona para volver a involucrarlos si muestran signos de aburrimiento, dijeron.
Incluso podría ayudar en el desarrollo de robots compañeros, que serían más capaces de estimar el estado mental de una persona.
Además, para los diseñadores de experiencias, como directores de cine o creadores de juegos, esta tecnología puede proporcionar una lectura complementaria momento a momento sobre si los eventos en pantalla son interesantes.
Mientras que a los espectadores se les puede preguntar subjetivamente qué les gustó o no les gustó, una tecnología no verbal sería capaz de detectar emociones o estados mentales que las personas olvidan o prefieren no mencionar.
«Ser capaz de ‘leer’ el interés de una persona en un programa de computadora puede tener beneficios reales para el futuro aprendizaje digital, lo que lo convierte en un proceso mucho más bidireccional.
“En el futuro, esto podría ayudarnos a crear robots compañeros más empáticos, que pueden parecer muy de ciencia ficción pero se están convirtiendo en una posibilidad realista en nuestras vidas”, dijo Witchel.
En el estudio, 27 participantes se enfrentaron a una serie de estímulos de tres minutos en una computadora, desde juegos fascinantes hasta lecturas tediosas, mientras usaban un trackball portátil para minimizar los movimientos instrumentales, como mover el mouse.
Sus movimientos se cuantificaron durante los tres minutos mediante el seguimiento de movimiento de video. En dos tareas de lectura comparables, una lectura más atractiva resultó en una reducción significativa (42 %) en el movimiento no instrumental.