Las obligaciones financieras de las empresas tienen la tarea de presentar en el Registro Mercantil la auditoría de sus cuentas anuales para comprobar la transparencia y la solvencia de la entidad
Lo que más denota que una empresa es solvente se basa en si sus cuentas entre gastos, ganancias y patrimonio están equilibradas. No obstante, para realizar ese balance hay que tener en cuenta una serie de parámetros económicos, fiscales, financieros y de contabilidad muy concretos.
Por todo ello, lo mejor que pueden hacer las compañías, también los autónomos y pymes, es contratar los servicios externos de una asesoría fiscal, financiera y contable. Con ello, están apostando por dos beneficios fundamentales: por un lado, se estarán ahorrando dinero en personal, infraestructura, programas informáticos y sueldos; por otro, se apuesta firmemente por la transparencia y se muestra el verdadero interés de crecer en los mercados.
Todas esas motivaciones son las que hacen que muchas compañías acudan a una auditoria contable para empresas. Las agencias que prestan ese servicio lo hacen bajo la profesionalidad, la experiencia y la solvencia que los expertos que la llevan a cabo aportan. Del mismo modo, existe la posibilidad de realizar esa auditoría con el objetivo de mejorar las tendencias de la empresa.
Gracias a una asesoría integral, los auditores asignados a la compañía hacen posible que se aminoren los riesgos de operaciones complejas, también enseñan a optimizar recursos, por tanto, a ahorrar y a saber invertir en aquellos productos que, de verdad, ofrecen una buena rentabilidad.
Importancia de una auditoría en una empresa grande
Lo que más beneficia a una gran empresa una auditoría imparcial es, precisamente eso, que un experto ofrezca las máximas mejoras en la contabilidad. Ellos lo que hacen es implicarse directamente en la toma de decisiones y también marcan pautas sobre cómo utilizar herramientas que mejoren sus finanzas. Existen una serie de condicionantes para que tenga sentido una auditoría contable en las grandes empresas, entendiendo que están buscando siempre, crecer en beneficios, optimizando al máximo los riesgos y, por supuesto, los gastos.
¿Qué datos arroja una buena auditoría financiera?
Pues, en primer lugar, gracias a esta evaluación las compañías pueden obtener datos concretos y verificados sobre la información financiera de sus cuentas. Por ende, conocer la verdadera realidad económica de la empresa.
Además, gracias a empresas de asesoría como Legalnet sus clientes pueden obtener una evaluación del conjunto de la gestión empresarial que están llevando a cabo, eso será muy interesante para la directiva de la compañías, así como de sus accionistas para hacer valer un crecimiento basado en la objetividad.
Otra cuestión fundamental a la hora de realizar una auditoría de cuentas es hacer cumplir los mandatos legales a los que están sometidas las empresas por la Hacienda Pública. Eso ofrece garantías de transparencia y, por tanto, allana el campo para que los inversores depositen su confianza en la marca.
Por último, gracias a esta herramienta auditora la empresa cliente sabrá detectar las oportunidades que existen en el mercado para seguir creciendo y, por tanto, obtener más beneficios.
¿En qué consiste una auditoría de cuentas?
En esencia, lo que se pretende con la implementación de una auditoría de cuentas es que el experto asignado para la tarea haga un profundo examen de todos los registros financieros y económicos de la compañía. Una vez tiene esos datos recopilados lo que hace es verificar que la contabilidad es correcta y también somete a examen si los controles internos son los adecuados, o no.
Obviamente, la figura del auditor también está llamada a detectar aquellas áreas de riesgo que tienen como fin aportar y recomendar mecanismos para que mejoren y sean más eficaces todos esos procesos empresariales para que la empresa siga creciendo financieramente de manera sostenible.
En definitiva, de lo que se trata es de hacer que las empresas crezcan, que detecten las amenazas y las debilidades de sus cuentas con objeto de alcanzar objetivos financieros sostenibles, cumplir con la ley y hacerse notables en los mercados que operan.