Nos adentramos en la milenaria cultura de la mitología celta, una rica tradición de leyendas y mitos que han perdurado a lo largo de los siglos y que nos han legado un extenso corpus de narraciones fascinantes y misteriosas.
Los celtas eran un pueblo guerrero y patriarcal que se extendía por gran parte de Europa occidental y central. Su cultura estaba fuertemente arraigada en la naturaleza y en la creencia en dioses y diosas que gobernaban los elementos y las fuerzas del universo. La mitología celta es un reflejo de esta cultura, una compleja red de historias y personajes que nos hablan de los misterios y las maravillas del mundo natural y de la pasión y la lucha de los seres humanos.
La figura central de esta mitología es el dios Lug, también conocido como Lugh o Llew. Lug era el dios de la luz y de la sabiduría, el patrón de los poetas y de los guerreros, y era representado con una lanza y un escudo. Según la leyenda, Lug luchó contra el monstruo Balor, el rey de los fomorianos, para liberar a los tuatha de su opresión y convertirse en el rey de los dioses. Además de Lug, los celtas veneraban a una multitud de dioses y diosas, cada uno de ellos con atribuciones y personalidades diferentes.
Otro personaje importante en la mitología celta es el héroe Cú Chulainn, un guerrero legendario que luchó contra ejércitos enteros y contra monstruos y hadas. La historia de Cú Chulainn es una de las más conocidas y fascinantes de la mitología celta, y nos habla de su juventud, sus hazañas y su trágico final. Cú Chulainn era un ser sobrenatural, hijo del dios Lug y de una mortal, y tenía el poder de transformarse en un animal feroz en la batalla.
La mitología celta también nos habla de criaturas mágicas como las hadas y los duendes, seres diminutos y traviesos que habitan en los bosques y los campos. Las hadas celtas eran seres bellos y peligrosos, que podían bendecir o maldecir a los mortales según les pareciera. Los duendes, por su parte, eran seres feos y maliciosos que se divertían haciendo travesuras y causando problemas a los humanos.
La mitología celta está llena de historias y simbolismos que reflejan la complejidad de la cultura celta. Uno de los elementos más recurrentes es el de la triple diosa, una figura mítica que representa las tres fases de la vida: la juventud, la madurez y la vejez. Esta figura está representada por las diosas Brigid, la diosa de la curación y la poesía, Morrigan, la diosa de la guerra y la muerte, y Danu, la diosa madre y creadora.
La mitología celta ha dejado su huella en la cultura europea y ha influenciado a artistas y escritores de toda la historia, desde los poetas románticos hasta los autores contemporáneos.