ROMA – Un periodista italiano restó importancia el miércoles a un cargo en el amplio juicio financiero del Vaticano, desafiando las acusaciones de los fiscales sobre el origen de un documento que hace referencia a la inversión de 350 millones de euros del Vaticano en una propiedad en Londres.
El periodista de investigación Emiliano Fittipaldi fue llamado a declarar por los abogados defensores que representan a Tommaso Di Ruzza, el exjefe de la agencia de control financiero del Vaticano. Los fiscales del Vaticano acusaron a Di Ruzza de haber entregado a Fittipaldi una copia de un contrato relacionado con el acuerdo de Londres, en violación de las leyes de confidencialidad del Vaticano.
Fittipaldi, entonces reportero de la revista L’Espresso y ahora del diario Domani, publicó una captura de pantalla del contrato el 1 de octubre de 2019, justo cuando la investigación del Vaticano sobre el acuerdo de Londres se estaba calentando.
Los fiscales finalmente acusaron a 10 personas, alegando que funcionarios del Vaticano, intermediarios italianos y otros robaron decenas de millones de euros de la Santa Sede y luego extorsionaron al Vaticano por 15 millones de euros para entregar el control de la propiedad de Londres. Los 10 negaron haber actuado mal.
Fittipaldi le dijo a la corte el miércoles que Di Ruzza no le dio el contrato y no tuvo nada que ver con el artículo.
“Eso lo descarto”, dijo Fittipaldi. Si bien señaló que los periodistas no revelan sus fuentes, Fittipaldi dijo al tribunal que le preguntó a la persona que le mostró el contrato si podía revelar su identidad y dijo que la fuente estuvo de acuerdo.
Fittipaldi lo identificó como Marcello Massinelli y envió mensajes de texto a la corte indicando su correspondencia. Dijo que Massinelli era colega de otro acusado, Raffaele Mincione, quien administró la propiedad de Londres para el Vaticano hasta finales de 2018.
El Vaticano finalmente decidió comprar Mincione del negocio y entregar la gestión a otro corredor italiano con sede en Londres, Gianluigi Torzi. Esa transferencia está en el corazón del juicio del Vaticano, con los fiscales alegando que Torzi defraudó al Vaticano y luego lo extorsionó para hacerse con el control del edificio.
Fittipaldi dijo que Massinelli le permitió ver el contrato para demostrar que, en lo que respecta a Mincione, delineaba una transacción legal y legítima.
En su acusación, los fiscales del Vaticano corroboraron el cargo contra Di Ruzza al señalar que la captura de pantalla del contrato de Fittipaldi tenía una marca «X» en un lado, al igual que una copia encontrada en las oficinas de la Autoridad de Información Financiera de Di Ruzza.
Fittipaldi no es ajeno a la corte del Vaticano. Fue llevado a juicio por los fiscales del Vaticano en 2015, acusado de publicar documentos del Vaticano filtrados. Después de un juicio de ocho meses, el tribunal dictaminó que no tenía jurisdicción para procesarlo a él ni a otro periodista italiano que también fue llevado a juicio en el llamado caso “Vatileaks 2”.
Se espera que la prueba financiera actual, que comenzó en julio de 2021, se complete antes de fin de año.