Cuando se desarrolla una idea de negocio una de las primeras cosas en las que trabaja una empresa es en el diseño del logotipo. Es uno de los elementos más importantes de la conceptualización y materialización de una marca. En la red pueden encontrarse soluciones adaptadas para todo tipo de perfiles y presupuestos. Desde agencias de marketing, publicidad y estudios de diseño para proyectos de gran envergadura, hasta soluciones gratuitas como la de Wix: Una plataforma que ofrece herramientas para crear logo gratis.
Pero, ¿por qué es tan importante contar con un buen logotipo?
Es uno de los elementos más fáciles de recordar
El principal objetivo de una estrategia de marketing es adentrarse en el universo conceptual de los consumidores. Ser reconocidos es importante en un contexto de competitividad creciente, pero además, también es importante ser recordados. La memoria visual tiene una mayor capacidad de pregnancia que la memoria auditiva. Según la psicología de la percepción de la Gestalt la pregnancia es la capacidad que tienen las formas de captar la atención de las personas y dejar un impacto en sus memorias. Un buen logotipo cuenta con una gran capacidad de pregnancia visual.
Las estructuras y composiciones sencillas son más pregnantes que las complejas. Esta, de hecho, es una de las principales razones por las que el minimalismo ha adquirido una gran importancia dentro del diseño gráfico y especialmente en el contexto del marketing y la publicidad.
Además, los discursos gráficos y visuales son más fáciles de asimilar porque su proceso de lectura es más inmediato y frecuente. Un logotipo puede introducirse en todo tipo de contextos y soportes. Esto significa que posee un gran poder para generar impactos. Su alto alcance facilita la asociación de los públicos con las marcas representadas.
Encierra los valores y la filosofía de la empresa
Cuando hablamos de un logotipo estamos hablando de un discurso visual. Una propuesta con un gran potencial persuasivo y comunicativo logrará transmitir los valores fundamentales de la marca. Además, la transmisión del mensaje puede ser tan precisa y potente como la que genera un spot publicitario, un e-mail o un folleto.
Por otro lado, el gran potencial de los logotipos es su economía y su capacidad para transmitir emociones y conceptos en un espacio de tiempo muy reducido. Las formas sencillas y esquemáticas se identifican y procesan mucho más rápido por lo que el proceso de reconocimiento y memorización se multiplica. Una buena propuesta logra transmitir un mensaje preciso, ordenado, legible y emocional en un espacio de tiempo de escasos segundos.
Actúa a varios niveles
Un buen logotipo es un discurso multidimensional. Es decir, cuenta con varios niveles de significación. Más allá del mensaje más superficial y obvio, a menudo posee una segunda lectura capaz de generar un impacto emocional a un nivel más subconsciente. Nuestro cerebro puede interpretar y procesar significados subliminales o más implícitos en las composiciones visuales. De una forma menos racional, la imagen podrá ejercer cierta influencia sobre el usuario incrementando su capacidad de pregnancia y perdurando un mayor tiempo en su memoria. Si los usuarios son capaces de leer un logotipo de varios niveles y conectar con su mensaje en diferentes sentidos, lograrán retenerlo con mayor facilidad.
Un estudio elaborado por la universidad de Oregon y la Universidad de Cincinnati reveló que los consumidores son capaces de cambiar su percepción de la ética de una marca (decidiendo si era más o menos transparente) únicamente observando su logotipo. Los colores corporativos simbolizan el fondo más humano de la marca y constituyen uno de los principales factores. Por ejemplo, se llegó a la conclusión de que los logotipos con alta predominancia de tonos rojos eran asociadas con una menor responsabilidad ecológica.
Es imprescindible y obligatorio para trabajar en el marketing online
En el pasado, sólo las grandes compañías tenían acceso a campañas publicitarias masivas con gran alcance y basadas en estrategias creativas complejas. Sin embargo, con la aparición de Internet las posibilidades de promoción se han multiplicado vertiginosamente para todas las empresas sin importar sus dimensiones. Hoy pueden lanzar campañas publicitarias masivas en la red las pymes, las empresas medianas y las grandes compañías. Las redes sociales, las plataformas web y las aplicaciones exigen una identidad visual corporativa sólida y adaptable a todo tipo de entornos.
Tiene una larga vida útil
Un buen logotipo cuenta con una vida útil muy larga. Desde su concepción, si logra conectar con los consumidores, adquiere vida propia y se convierte en un elemento esencial y definitorio de la marca que la acompañará a lo largo de toda su vida. Podríamos decir sin exagerar que es el alma de la marca. Los grandes logotipos se convierten en soluciones prácticamente inmortales. Experimentan muy pocos cambios (y muy sutiles) a lo largo de una o varias décadas. Por eso, resulta muy importante centrar toda la energía en su conceptualización. De él dependerá el valor y la efectividad de la identidad visual de un negocio durante prácticamente toda su vida.