El deporte es un sector repleto de opciones para que pongamos en práctica nuestras destrezas físicas. Existen todo tipo de modalidades en esta materia: el running, los de agua, los de aire, los juegos en equipo… Sin embargo, cuando se aproxima el invierno, los deportes de nieve toman la delantera. Tanto el esquí como el snowboard son opciones que despiertan pasiones entre quienes los llevan a cabo. Por lo que, si quieres subirte a una tabla durante la próxima temporada y dejarte la piel en las pistas, es el momento de empezar a tomar contacto con este deporte.
Snowboard, en qué consiste este deporte
Los deportes de nieve son populares en todo el mundo y, entre todas las modalidades que existen, muchas personas deciden subirse a una tabla de snow para deslizarse por las laderas más vertiginosas. Ahora bien, antes de ponerse manos a la obra, cabe preguntarse qué es el snowboard y hacer un pequeño repaso a su historia. Un recorrido cultural sobre el mundo de este fascinante deporte que, año tras año, reúne a millones de aficionados que aprovechan hasta el último copo de nieve de la temporada para pasarlo en grande.
El objetivo del snowboard es bien sencillo: mantenerse de pie sobre una tabla a la que quedamos fijos y descender por una pista de nieve. Su popularidad es mundialmente reconocida; siendo parte del programa de los Juegos Olímpicos de invierno. Sin embargo, su fama no siempre ha sido la misma y en sus orígenes estaba prohibido en muchas de las pistas de esquí. De hecho, mientras que su historia se remonta a las montañas de Kackar en Turquía, no fue hasta 1966 cuando empezaron a comercializarse las primeras tablas de manera masiva. Años más tarde, en 1983, se celebró el primer Campeonato Mundial y, desde entonces, ha seguido captando la atención tanto de los medios como de los aficionados.
Ahora, más de cuatro décadas después de este acontecimiento, siguen llegando todo tipo de innovaciones al deporte. Los mejores especialistas han desarrollado una amplia variedad de estilos, como el superpipe, el mediotubo, el bigair, el rail jam o el jibbing. Diferentes vertientes de un mismo deporte que ponen a prueba las habilidades de sus practicantes durante la tabla. Aunque, para alcanzar estos niveles es necesario invertir horas y esfuerzo; pasando de los trucos para principiantes a los más avanzados.
Trucos para los principiantes
Si finalmente tomas la decisión de atarte las botas, subirte a la tabla y comenzar a practicar este deporte, es fundamental que lo hagas con la mayor cautela posible. Si bien es cierto que existen varios trucos de snowboard para principiantes, lo más apropiado es pasar primero por una fase de aprendizaje en las mejores escuelas de cada región. Allí conocerás las bases que debes saber antes de lanzarte por tus primeras pendientes para, poco a poco, ir progresando durante toda la temporada de nieve. Llegado cierto momento, podrás sacar a flote toda tu destreza y convertirte en un auténtico maestro sobre la nieve.
Uno de los primeros trucos que aprenderás es el “ollie”, utilizando el pop de la parte trasera para levantarte sobre la nieve. Para ello, tienes que deslizar la tabla hacia tu rostro al mismo tiempo que flexionas la pierna de atrás para, acto seguido, levantar la pierna delantera y flexionar las dos piernas una vez estés en el aire. El “tail press”, el “nose press”, el giro plano de 360º o el 50-50 son otros de los más populares entre quienes están empezando. Unas primeras lecciones que te harán sentir toda la adrenalina de este deporte para cautivarte por completo.
No importa si ya has practicado esquí antes o no: el snowboard es perfecto para cualquier persona. Sabiendo esto, lo más adecuado es seguir las recomendaciones de los blogs especializados en la materia para, de este modo, profundizar dentro y fuera de la pista en este maravilloso deporte. ¿Listo para sentir la magia de la nieve?