WASHINGTON: Los científicos han desarrollado una forma de bordar circuitos en tela con una precisión de 0,1 mm, perfecta para integrar sensores y dispositivos de memoria de computadora, allanando el camino para la ropa que recopila, almacena o transmite información digital.
La tecnología podría dar lugar a camisetas que actúen como antenas para su teléfono inteligente o tableta, ropa de gimnasia que controle su nivel de condición física, equipos deportivos que controlen el rendimiento de los atletas, un vendaje que le diga a su médico cómo se está curando el tejido debajo o una cubierta de vendaje flexible. tejido que detecta actividad en el cerebro.
«Creemos que los textiles funcionales son una tecnología habilitadora para las comunicaciones y los sensores, y algún día incluso aplicaciones médicas como imágenes y monitoreo de la salud», dijo John Volakis de la Universidad Estatal de Ohio.
Los textiles funcionales, también llamados «e-textiles», se crean en parte en una máquina de coser de mesa típica, del tipo que los artesanos de telas y los aficionados pueden tener en casa.
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Al igual que otras máquinas de coser modernas, cose hilos en la tela automáticamente según un patrón cargado a través de un archivo de computadora.
Los investigadores reemplazan el hilo con finos hilos de metal plateado que, una vez bordados, tienen la misma sensación al tacto que el hilo tradicional.
«Ahora, por primera vez, hemos logrado la precisión de las placas de circuito impreso de metal, por lo que nuestro nuevo objetivo es aprovechar esa precisión para incorporar receptores y otros componentes electrónicos», dijo Volakis.
La forma del bordado determina la frecuencia operativa de la antena o circuito, dijo Asimina Kiourti del estado de Ohio.
La forma de una antena de banda ancha, por ejemplo, consta de más de media docena de formas geométricas entrelazadas, cada una un poco más grande que una uña, que forman un círculo intrincado de unos pocos centímetros de diámetro.
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Cada pieza del círculo transmite energía a una frecuencia diferente, por lo que cubren un amplio espectro de energías cuando trabajan juntas, de ahí la capacidad de «banda ancha» de la antena para acceso celular e Internet.
Los investigadores utilizaron cables de 0,1 mm de diámetro hechos de siete hebras. Cada filamento es de cobre en el centro, esmaltado con plata pura.
Las pruebas mostraron que una antena espiral bordada que medía unos 15 centímetros transmitía señales a frecuencias de 1 a 5 GHz con una eficiencia casi perfecta.
La actuación sugiere que la espiral sería adecuada para Internet de banda ancha y comunicación celular.
El estudio fue publicado en la revista IEEE Antennas and Wireless Propagation Letters.