¿Qué es el renting y por qué es tan atractivo?
El renting, a grandes rasgos, no es más que un contrato arrendatario en el que un arrendador transfiere un bien mueble, en este caso un coche, a un arrendatario a cambios de una cuota pactada que incluye, además del uso del vehículo, una serie de servicios. En pocas palabras, es un alquiler de coches de larga duración en el que la empresa de renting se hace cargo de todo lo relacionado con la puesta en marcha y el correcto funcionamiento del vehículo durante el tiempo que dure el contrato. Algunas de las principales ventajas tienen que ver, por tanto, con aspectos como el mantenimiento, o los seguros asociados al vehículo, cuestiones que correrán enteramente a cargo de la empresa con la que contratemos y de las que podremos olvidarnos por completo. Lo mismo ocurre con otros trámites asociados como pueden ser los permisos de circulación, las tasas administrativas, etc. Todo ello será problema de otro. ¡Todo un alivio!
Una solución adaptada a tus necesidades concretas
Además de estas ventajas y otros beneficios claros relacionados con la parte más económica (como son que solo tendremos que hacer frente a una cuota única y fija que nos permitirá tener nuestras cuentas saneadas a prueba de imprevistos, y que podremos hacer uso de un vehículo como si fuera propio sin necesidad de desembolsar grandes cantidades de dinero como ocurre en el caso de la compra), no podemos olvidar que el renting es una modalidad de contratación fiable y flexible que permite añadir o descartar cláusulas según nuestras necesidades particulares. Desde el modelo y la gama del vehículo, hasta la contratación de un servicio de coche de sustitución, pasando por la adhesión a un programa de reclamación de multas, o descuentos en carburantes, todo en nuestro contrato se podrá adaptar a nuestras necesidades de manera que lo que acordemos sea idóneo para nuestras circunstancias. Fiabilidad, adaptabilidad y garantía de calidad, eso es lo que ofrece el renting.