La sociedad actual padece de grandes males hoy día, y uno de ellos es la salud mental. Incluso, se dice que estos problemas pueden representar el 8% del total de pérdida de años en cuanto a calidad de vida se refiere. Dos de estas afecciones son la ansiedad y depresión, las cuales pueden estar muy relacionadas y afectar a millones de personas sin que estas se den cuenta.
No siempre es sencillo diferenciar ansiedad y depresión
Muchas veces, la gente confunde estar triste o tener un mal rato con estar deprimido. Ahora bien, la depresión se trata de una serie de sentimientos de tristeza, apatía o irritabilidad durante la mayor parte del tiempo, aunque no haya razón para estarlo. Además, suele relacionarse con los siguientes síntomas:
- Dolor de cabeza.
- Trastornos de sueño.
- Problemas de concentración.
- Molestias estomacales.
- Cansancio constante.
- Trastornos con el apetito.
- Sentimientos de soledad.
Por otro lado, en el caso del trastorno de ansiedad, se ven involucrados algunos síntomas que varían de una persona a otra. Contrario a lo que muchos piensan, no solo se trata de una sensación de nerviosismo, sino también abarca síntomas como:
- Miedos intensos y preocupaciones, los cuales son irracionales en casi todos los casos.
- Una sensación constante de peligro inminente y pánico.
- Episodios repentinos llenos de miedo o terror.
- La necesidad de evitar distintas situaciones que puedan dar pie a sentir malestar.
La relación entre ansiedad y depresión
Estas dos enfermedades suelen coexistir al mismo tiempo en muchas ocasiones. Primeramente, la ansiedad se presenta como un síntoma de depresión clínica, y hasta más de la mitad de los pacientes depresivos sufren de ansiedad. No obstante, puede que ocurrir que se desencadene una depresión por causa de un trastorno de ansiedad.
A pesar de todo, la ayuda profesional para la salud mental ha probado su eficacia para controlar y revertir los síntomas. Gracias a un tratamiento apropiado, es posible evitar que la ansiedad y la depresión echen raíces. Eso sí, en caso de presentar uno de los síntomas mencionados anteriormente, no hay que dudar en pedir ayuda a alguien de confianza y acudir a un profesional médico antes de que la situación empeore.
¿Cómo se pueden prevenir estas enfermedades silenciosas?
En vista de que ambos trastornos se encuentran muy relacionados, es posible prevenirlos de manera muy similar. El tratamiento consistirá en realizar una serie de cambios en el estilo de vida, llevar a cabo psicoterapia y el uso de medicamentos en caso de que el médico lo considere necesario. Además, se pueden aplicar los siguientes aspectos:
- Mejorar los hábitos del sueño.
- Hacer actividad física constantemente, aunque es mejor si se hace en grupo.
- Evitar consumir alcohol, drogas o tabaco. A pesar de que aparentemente proporcionan alivio, la realidad es que estos empeoran los síntomas y hasta pueden interferir con el tratamiento.
- Modificar las situaciones en las que puedes someterte a estrés constante.
- Buscar apoyo emocional y social en miembros de la familia o en un grupo de buenos amigos en los que se comparten intereses.
Podría decirse que buscar ayuda profesional es una de las mejores formas en las que se le puede hacer frente a la depresión y a la ansiedad. Muchas circunstancias pueden ser estresantes y representar una carga para la salud mental. A pesar de que muchos lo consideran como algo que pasa solo, hay que plantearlo de la misma forma como si fuera otra enfermedad.
De la misma manera que acudiríamos al médico en caso de dolor o problemas físicos, tenemos la posibilidad de acudir a psicología o psiquiatría para tratamientos específicos. Además, esto puede ayudar a detectar cuál es la causa inicial de la ansiedad y depresión, al mismo tiempo en que es posible lidiar con los síntomas.