Los retos del profesorado estos años con la pandemia han sido muchos. El confinamiento a muchos colegios les pilló con el pie cambiado y no todos fueron capaces de mantener un buen nivel y una enseñanza de calidad.
En una situación tan complicada de gestionar, en donde también se suman factores emocionales y familiares, ha sido decisivo y ha marcado la diferencia el apoyo en recursos digitales como los proporcionados por la Editorial GEU para poder hacer las clases mucho más dinámicas y productivas.
La pandemia ha golpeado fuertemente a toda la sociedad, pero sobre todo a los niños más pequeños. Sin poder salir durante tres meses, cuando lo hicieron, fue con el miedo de que algo muy peligroso estaba sucediendo fuera. De hecho, muchos, en los primeros días, no querían salir siquiera.
La nueva normalidad para ellos es la interrupción de su vida tal y como la entendían, pero de una manera incomprensible. Los parques cerrados durante meses a pesar de las continuas críticas y quejas de asociaciones y familias, el caminar siempre con la mascarilla – los mayores de 5 años – con casi más responsabilidad que los adultos o la separación de los amiguitos en clase han sido aspectos que, sin duda, han impactado en este curso escolar. Por no hablar de los confinamientos de clases por algún caso positivo.
Son tiempos difíciles para la enseñanza porque, probablemente, ni maestros ni niños tengan una atención plena. No obstante, hay que seguir y ponerse las pilas para volver a disfrutar aprendiendo.
Por ello, a continuación damos algunos tips para ayudar a adaptar la enseñanza a estos tiempos de pandemia.
- Contar con apoyo digital. Las clases presenciales son fundamentales, sobre todo cuando se es pequeño. No obstante, es interesante entremeter recursos digitales también presencialmente para que, en el caso de algún confinamiento de clase, estén más familiarizados con el material.
- Hacer actividades que requieran creatividad. Teatros, manualidades, bailes…son recursos que siempre habían estado presentes, pero que ahora requieren mayor atención ya que hacen apelo a la parte emocional de los niños que es la que se está viendo más dañada.
- Seguimiento de tareas. Actualmente es más importante que nunca que los niños y niñas se encuentren al día con sus tareas y estén a un nivel parecido tras el desfase de 2020. Además, si se van responsabilizando de sus trabajos cogerán un buen hábito que les vendrá bien en todas las esferas de su vida también en el futuro.
- Fomentar el poder de la lectura. Para aquellos que ya saben leer es importante trasladar las grandes aventuras que se pueden esconder detrás de un libro. En una sociedad en la que se pasa más de lo debido viendo la televisión o, peor, con la Tablet, no hay que tirar la toalla. Un libro es el mejor compañero de viaje. Leer en clase es el primer paso para que también puedan hacerlo en casa y resulta útil cuando los libros cuentan con una parte de comprensión.
- Conseguir un feedback emocional. Además de las actividades creativas propuestas en el segundo punto, que los niños expresen sus sentimientos y emociones es necesario para saber en qué punto se está y en qué hay que incidir para alcanzar un mayor bienestar.