Los suelos laminados son una alternativa muy interesante para el hogar, puesto que además de económicos, cálidos y resistentes, los puedes encontrar en una amplia variedad de tonos y acabados. Tú mismo puedes instalar este tipo de suelo sin problemas, siguiendo una serie de instrucciones, lo que te supondrá un ahorro considerable. Y es que con un poco de maña y tiempo puedes conseguir un acabado impecable, con ese plus de satisfacción que se obtiene al llevar a cabo una tarea profesional uno mismo. He aquí los materiales necesarios:
- Suelo laminado o parquet flotante. Debes medir la superficie que quieres cubrir y sumarle un 10 % adicional del suelo escogido para disponer de un poco de material sobrante.
- Material de aislamiento. Se coloca debajo del laminado para aislarlo de la capa de suelo inferior, reducir el sonido de las pisadas y amortiguar los impactos. Este material viene incluido con el suelo laminado.
- Rodapié. Se trata de un pequeño zócalo disponible en tiras largas que te servirá para rematar la instalación del suelo.
- Cinta métrica
- Adhesivo para el rodapié
- Sierra de corte
- Lápiz
- Cinta americana
Instalación de suelo laminado paso a paso
En primer lugar, coloca el aislamiento desenrollándolo a lo largo de la estancia, fijando los bordes con cinta americana. Une las diferentes piezas del aislante entre sí sin que se solapen.
A continuación, lo más común es que procedas a recortar la parte inferior de los marcos de las puertas para que quepa el nuevo pavimento. Coloca una de las láminas junto al marco para para señalar la altura con el lápiz. Después corta el marco cuidadosamente con la sierra.
Disposición del suelo laminado
Lo más aconsejable, si se quiere conseguir un resultado estético, es comenzar a colocar el laminado desde el centro de la habitación y trabajar hacia un lado y otro. Este tipo de suelos cuentan con un perfil ideado para encajar unas láminas con otras sin necesidad de adhesivo. Por tanto, para instalar las siguientes filas solo necesitarás aplicar un poco de presión entre ellas (sistema de clic). Antes de llegar a la pared, pon cuñas de 8 mm para que haya una separación adecuada frente a las posibles dilataciones del suelo. Es posible que la última hilera requiera láminas más estrechas, por lo que deberás cortar las planchas a la longitud correspondiente.
Instalación del rodapié
Si te fijas, salvo los cortes con la sierra de calar, la instalación de suelo laminado es muy rápida. Una vez completada esta tarea, llega la hora de rematar la faena con la instalación del rodapié. Colócalo por todo el perímetro de la estancia y adhiérelo a la pared con un adhesivo de calidad para conseguir un mejor acabado.
Ya está instalado tu flamante suelo, aportando mayor calidez y un estilo que no pasa de moda. Ahora es el momento de colocar las puertas de nuevo en los marcos. Lo más probable es que tengas que cepillarlas un poco para que la apertura y el cierre sean los adecuados. Si solo necesitan reducirse unos milímetros, puedes recortarlas tú mismo con la ayuda de un cepillo eléctrico. En el caso de que requieran un recorte mayor, lo ideal es llevarlas a una carpintería para que las dejen con la medida exacta sin mucho esfuerzo.