No hay algo más aterrador que encontrarnos en nuestra casa un panal de avispas; estas vulneran la seguridad de nuestro hogar, sobre todo cuando somos alérgicos a sus picaduras; más aún si en casa hay niños o personas mayores, ya que incluso, algunas se han visto graves por tales picadas. Sin embargo, no debemos caer en pánico si encontramos un panal en nuestra casa. Lo primero que tenemos que saber es que estos insectos buscan lugares sombríos y frescos, como en los techos de corredores, estacionamientos, depósitos, canales o arboles sombríos. Por lo que te recomendamos siempre revisa estos lugares.
Precauciones al Quitar un Panal de Avispas
1.-La persona que vaya a quitar el panal de avispas debe protegerse bien, con lentes, camisa manga larga gruesa o suéter, pantalón grueso y zapatos o botas. Además, cubrirse la cabeza con un paño que le tape la cara, y guantes, dejando al descubierto lo menos posible.
2.-Debe ser en la hora fresca de las tardes; en las mañanas ellas están muy activas buscando sus alimentos, por lo que si quitas el panal a estas horas, lo más seguro es que queden algunas vivas; y durante el mediodía el calor las irrita, poniéndolas alertas a cualquier movimiento.
3.-Debes despejar el espacio, que esté libre de obstáculos para huir con facilidad.
4.- Si están en el exterior de la casa, cierra cualquier acceso al interior de la misma.
5.-Si hay personas alérgicas en casa, es prudente que, de ser posible, se vayan a otro lugar bien retirado.
Qué usar para Quitar el Panal de Avispas en casa
Puedes usar varios métodos, el más común son los insecticidas. Sólo debes seguir las instrucciones de uso en el empaque. Si no trae instrucciones, presta atención a la dirección del viento, y ponte de frente al panal en el sentido del viento. OJO: SE MUY SILENCIOSO; estos insectos son susceptibles al ruido y al movimiento. Luego, a una distancia de unos 15 centímetros comienza a rociar hasta que veas que hayan muerto todas.
Otro método es usar agua con detergente bien cargado, este método es menos tóxico; solo debes llenar agua en un cubeta y echarle jabón suficiente; después de que tengas esta mezcla ponte en una posición de manera que puedas echarles el agua jabonosa de una sola vez. Eso sí, apunta bien. Si tienes un rociador y el panal no es muy grande, puedes utilizarlo con el agua jabonosa. Debes tener mucha PRECAUCIÓN de no salir corriendo, ya que con el agua jabonosa pudieras resbalarte. Por eso ten calma, no te angusties.
También, si el panal está en un árbol o arbusto debajo de una hoja o en una rama accesible, puedes usar un mechero. Te explico cómo hacerlo: consigues un palo, puede ser de escoba o un tubo ligero que llegue al panal; en la punta enrolla un pedazo de tela suficiente y amárralo con un alambre; humedécelo con un poco de gasoil o kerosén, y préndele fuego. Pero ojo, tiene que ser a una distancia prudencial del panal; fíjate en qué dirección están viendo, y ponte por el lado contrario, y de una sola vez acércale el mechero, quemando todo el panal. Ojo, nunca lo pongas sobre tu cabeza, siempre con un ángulo de 45°. No es necesario quemes el panal completamente, con que mueran las avispa es suficiente.
¿Cómo Evito que Vuelvan a hacer un Panal?
Las viviendas con jardín son más propensas a la invasión de avispas. Pues bien, debes saber que un método efectivo para ahuyentar las avispas del jardín o en el interior de tu casa, es contar con algunas plantas que funcionan como repelentes. Estas son:
- Albahaca: plantar albahaca en distintos lugares es una excelente opción; su aroma repele a muchos insectos, incluidas las avispas.
- Jazmín: a pesar de que el aroma del jazmín es muy agradable para las personas, para las avispas es bastante desagradable, por lo que también te servirá para mantenerlas alejadas.
- Lavanda: el aroma que se desprende de las flores de lavanda es bastante repulsivo para las avispas.
- Laurel: un buen remedio para ahuyentar a las avispas es quemar algunas hojas secas de laurel, ya que el humo evitará que se acerquen.
También puedes colocar a remojar un tabaco en agua, o algún producto derivado; déjalo por unos días hasta que el agua se torne marrón; luego rocía con esa agua las plantas y lugares donde se puedan anidar.