El divorcio notarial en Madrid es un sencillo método a través del cual, se puede obtener la disolución de un matrimonio, haciéndolo de forma amistosa, sin disputas y sin llegar a un tribunal.
Para que un matrimonio pueda hacer uso de este mecanismo, es necesario que ambos involucrados estén de acuerdo y no existan hijos discapacitados o que sean menores de edad. Además, el tiempo mínimo aceptable para proceder es de 3 meses después de haberse llevado a cabo el matrimonio.
Entonces, el papel principal del trabajo en este caso es del abogado, pues será quien organice todo el proceso y realice las gestiones pertinentes ante la notaría, para que al final sólo haya que realizar las firmas correspondientes.
Es evidente que no se trata de un proceso gratuito sino que conlleva ciertos gastos, tanto para el pago del notario como del abogado asistente, y el importe total puede rondar los 300 o 400 euros, en dependencia del abogado.
Sin embargo, se debe considerar que esta decisión podría tener un coste mucho más elevado en la medida en que se avance ante un juzgado, pues será más complejo de mantener en el tiempo y habrá que hacer muchas más gestiones.
Datos de relevancia sobre los divorcios notariales
Cada vez que vamos a ejecutar un procedimiento legal, debemos estar al tanto de todos los elementos que confluyen a razón de él, con el fin de avanzar con pasos firmes desde el primer momento y así evitar pérdidas de tiempo.
En el caso de los divorcios notariales es interesante conocer que éstos pueden llevarse a cabo y tener una solución aprobatoria en un plazo que ronda las 48 horas, por lo que apenas los cónyuges tomen la decisión y consignen los documentos pertinentes al abogado, éste podrá avanzar sin demoras.
Debido a que todo el trámite se adelanta a través de la notaría, no hace falta realizar ninguna gestión ante el juzgado, por lo que no ocurre la conocida demanda. Eso sí, hay que considerar que el plazo mínimo de duración del matrimonio ha de ser de 3 meses, como hemos mencionado anteriormente.
Todo esto trae como consecuencia positiva que los involucrados principales no tendrán que estar sometidos a las complicaciones de los divorcios contenciosos, lo que equivale a que sea rápido y sin estrés emocional o psicológico.
Hay que considerar que cuando existen hijos menores de edad, hay que trabajar todos los derechos que corresponden a ellos tras la separación (incluso si la esposa está en período de gestación). Por ende, la ley no permite que estos casos avancen a través de las notarías.
Pero si los hijos son mayores de edad, aún cuando tengan dependencia económica de sus padres, podrán ser partícipes en la firma del acta de divorcio y ejecutarlo ante el notario sin inconvenientes.
También hay que considerar que el proceso debe ser ejecutado ante la notaría que se corresponda al domicilio de la pareja y no ha de avanzarse ante cualquier otro que deseen.
Es importante destacar, que la presencia de un abogado durante todo el proceso es fundamental, porque a él será quien le corresponda asesorar a los cónyuges y hacer la redacción del Convenio Regulador de Divorcio, por lo que su presencia no es optativa.
Por último, hace falta hacer mención a que este sistema es muy reciente, apenas desde el 2015 se admite que sea realizado el procedimiento ante el notario, ya que solamente era posible de hacer en el juzgado. La decisión, además de evitar el exceso de trámites ante los juzgados, también es útil para los ciudadanos que cumplan con los requisitos y que precisamente estén buscando una salida rápida a su solicitud.