En el ámbito del diseño y la decoración, desde hace algún tiempo se viene imponiendo una tendencia que parece que va a mantenerse durante bastante tiempo. Se trata de estilos que apuntan a una decoración sobria, pero al mismo tiempo elegante y funcional.
En este sentido, una de las áreas que más se ha visto involucrado en novedades es el de la griferia empotrada, donde no solo se busca cumplir con el objetivo de transporte de agua sino que también se busca crear un concepto dentro del baño donde se coloque.
Es un hecho que esta modalidad presenta muchos beneficios para mejorar el aspecto de la habitación, pero también incluye asuntos relevantes como el hecho de que se limpia con mucha más facilidad, son posibles de adaptar a casi cualquier entorno y su manejo es mucho más simple que otros sistemas.
Incluso están ideadas para utilizar en cualquier condición, lo que se hace muy valioso dadas las cantidades de opciones que tenemos hoy en día para que nuestros baños se vean tal y como hemos deseado, quizás con un área de ducha y una bañera autónoma para la que necesitaremos grifos de bañera exentas.
La mayoría de ellas vienen con un diseño independiente y vertical desde el suelo que se hace bastante elegante. Además de eso, se pueden hallar en distintas versiones, sean de estructura cilíndrica o cuadrada, incluso en diversos colores, según sea el gusto de cada persona.
Si las griferías son instaladas por un especialista, su uso no interferirá con el resto de actividades que se ejecuten el baño. Para ello es importante verificar, no solo el sistema de conexiones a las tuberías internas de la casa, sino también el lugar más apropiado dentro del propio cuarto de servicio.
Entre negro y dorado
La grifería empotrada ofrece una gama de productos que están enfocados en aplicar la tecnología disponible para una mejor comodidad y funcionalidad, sin descuidar el aspecto decorativo de la pieza. Las tendencias apuntan a versiones elaboradas en materiales creados a partir de nuevas aleaciones que se hacen resistentes y duraderos.
Los colores, por otra parte, están sufriendo cambios importantes en comparación al ya conocido estilo cromado. La griferia negra es una tendencia que parece haber llegado para quedarse. Esta tiene la particularidad de reflejar un estilo sobrio, vanguardista y práctico que se puede complementar a la perfección con los demás elementos que se utilicen dentro del baño.
Además de eso, existen estructuras muy variadas, por lo que se facilita el ajuste a las condiciones de cada construcción, sea que se busque un grifo monomando alto o bajo, para ducha o para lavabo, e incluso otros accesorios como los tapones para el lavabo.
Caso similar ocurre con la griferia dorada. Esta prevalece más en condiciones que se muestran en torno al lujo y el confort. El dorado, de hecho, en elementos metálicos es un color muy explotado para dar la impresión que se trata de un producto bañado en oro, quiere decir de mucho valor.
Los acabados aquí pueden ser diversos. Hay griferías que explotan el brillo del color dorado y el nivel de reflejo que es capaz de lograr, mientras que también es posible encontrar piezas con un toque desvencijado que se hace útil para personas que deseen darle un toque rústico o de antaño a su baño.
Las griferías empotradas están hoy siendo las preferidas de todos los usuarios porque ofrecen estilos muy vanguardistas, como las salidas de agua en cascada por ejemplo, dando un toque original y actual, pero también ayudando a que se salga de la rutina a la que estamos acostumbrados al utilizar cualquier baño.