Hay un debate público que ha ido subiendo como la espuma y se ha convertido en uno de los riesgos más latentes de la humanidad, donde el tema principal es el Internet que se ha ido oponiendo a la infancia. Cuando se afronta el tema, la perspectiva reside en proteger estos riesgos desde la evitación, y con mucha frecuencia esto ha llevado a desear prohibir que los menores de edad tengan acceso al uso de productos y servicios digitales, o que se cree un programa que se dediquen al manejo de las plataformas con el fin de controlar los temas que se publica.
Pero existen medios importantes que se han visto en la necesidad de hacer entender que los menores de edad tienen todo el derecho de hacer uso generalizado de la tecnología, y que esos derechos se emplean igualmente al mundo del internet. Derecho a ser resguardados de lo dañino, sí, pero igualmente derecho al ocio, la socialización, el aprendizaje, y los aspectos que hoy en día son una vertiente digital.
De dónde venimos
Dentro del medio social sea hecho cada vez más privado de las familias el uso del internet, y esto es dado tras la preocupación sobre los riesgos de Internet y que se interrelaciona principalmente con cinco componentes: los contenidos, el tiempo, el algoritmo, la privacidad y el daño. Estos son los componentes que constantemente son aclamados entre las familias y se pide su control.
Debido a que no es correcto que los niños pasen demasiado tiempo delante de las pantallas, ella que es un peligroso en todos los sentidos. Ya que es posible que niños vean contenidos que para su edad no deberían apreciar y que riesgoso para su educación. Que las plataformas creen sus servicios para niños ‘atrapados’ es igualmente peligroso.
Esto ha generado un medio de preocupación y hoy en día opinan que alguien está haciendo daño a nuestros niños sin darnos cuenta. Esto se ha generalizado y puede que un desconocido, un amigo, un algoritmo, un influencer, un reto viral, entre muchos otros factores, han hecho que los niños cometan actos indebidos solo por seguir lo que dice el internet.
Además, es cierto que correr un peligro no implica siempre apreciar un perjuicio. Pero en todo caso, se puede decir que el Internet no es un lugar apropiado para niños y no siempre hay alguien al lado del pequeño para poner límites a lo que ve y es fácil ofrecer contexto indebido que corrompa la mente de los niños.
El elemento de la privacidad es uno de los ‘peligros de Internet’, más latente y que ha iniciado a protagonizar la conversación de manera más reciente. Cuesta concienciar a la población porque inclusive los adultos son poco juiciosos de cómo se usan sus datos personales, cómo se protegen sus datos, qué consecuencias traes, etcétera.