El juego como estrategia de aprendizaje es fundamental por los cambios que esta teniendo el sistema educativo mundial. Es una excelente manera de conducir a los alumnos a la búsqueda de conocimientos y su aplicación. Es por ello que existen diversas plataformas y herramientas que promueven la enseñanza dinámica. Por ejemplo, en math-center puedes acceder a diversas guías prácticas para enseñar a los niños mientras se divierten.
Cómo incluir el juego como estrategia de aprendizaje
Existen maneras de incluir el juego como una estrategia de enseñanza para facilitar el aprendizaje de los niños. A continuación, puedes conocer algunas maneras practicas para lograrlo:
Diseño de los juegos
El juego es una alternativa bastante hábil que un docente puede utilizar para facilitar el aprendizaje. Ahora bien, es importante que se entienda la responsabilidad implicada. Los juegos pueden ser un complemento bien pensado que se utiliza para enseñar aspectos específicos.
Al diseñar un juego se debe tener en cuenta la edad, capacidad y habilidades de los niños. De esta manera, el juego cumplirá con su propósito. Logrando que la clase sea más amena y fácil de comprender. Además, puede contribuir a que los niños sientan la libertad de participar e integrarse con el grupo.
Los juegos no deben tener niveles de dificultad muy complicados para el grupo. Tampoco es necesario utilizar materiales y recursos muy complicados. Esto solo puede desviar la atención del niño de la idea que se quiere enseñar. Mientras más sencillo y práctico, mejor será para que el niño pueda captar la idea que se pretende enseñar.
También es importante cambiar la actividad si no despierta el interés de los estudiantes. Incluso, hay que recordar que los niños pueden cansarse o aburrirse de una idea al poco tiempo. Es por ello que se deben emplear diversos tipos de juegos adaptados a cada aprendizaje.
Beneficios de utilizar los juegos en el aprendizaje
Más allá de la diversión garantizada los juegos favorecen la buena salud de los niños y el aprendizaje. De acuerdo al informe clínico de American Academy of Pediatrics, los juegos son fundamentales para el desarrollo cerebral. Al jugar, los niños pueden fortalecer sus vínculos sociales, su capacidad para planificar, organizar y llevarse bien con otros niños y adultos.
Incluso, les ayuda a regular sus emociones y evitar la frustración; de hecho el juego también contribuye al lenguaje y a la mejora de las destrezas matemáticas. Es decir, sin importar que aspectos se quieran enseñar, existe un juego para cada uno.
Esto se debe a la curiosidad innata que tiene todo niño. La ventaja de que esto ocurra es que el aprendizaje será de mayor calidad. Ya que el niño se puede enfocar en lo que quiere aprender específicamente. Puedes contribuir en este proceso al ofrecer al niño diversas alternativas para que pueda elegir.
Si bien el juego siempre debe ser supervisado por los padres, maestros o adultos responsables. Los niños son los protagonistas. Por lo tanto, es importante que tengan la libertad para interactuar con otros niños de su misma edad. Esta es una buena estrategia para motivar a los niños al aprendizaje.
Adiós al estrés al impartir una asignatura
Otro beneficio muy notable de los juegos en el proceso del aprendizaje es que reduce el estrés, la ansiedad y la frustración. Algunas veces, puede ser frustrante tanto para el niño como para el docente, cuando no se alcanza un objetivo. Al emplear juegos en el aprendizaje, el niño se siente con mayor seguridad de expresar sus dudas. Así es más fácil que capte las ideas sin temor a equivocarse.
Además, les ayuda a desarrollar resiliencia socioemocional. Lo cual favorece la convivencia en el salón de clases. Estos son solo algunos de los beneficios de utilizar el juego como estrategia de aprendizaje.