Los países, naciones, culturas, aldeas o zonas se distinguen, entre otras cosas, por el uso de un idioma determinado a través del cual se comunican entre sí pero que puede ser diferente e incomprensible para muchos otros. Es en este espacio donde la labor de los traductores como decodificadores de esas diversas lenguas adquiere importancia vital pues su trabajo los convierte en los mediadores invisibles de la multiculturalidad.
Aunque desde siempre han existido las traducciones, con la penetración de la tecnología en todos los espacios de la vida humana, la función de los traductores ha adquirido un papel trascendental en la intermediación, aunque la labor a veces no sea notada. Es muy importante el trabajo del intérprete que debe contar con la experiencia amplia para comprender no sólo las palabras que leen o pronuncian todos los interlocutores sino el contexto cultural específico en el que estas se expresan.
El traductor debe poseer múltiples habilidades lingüísticas
Los intérpretes deben ser capaces no solo de dominar los idiomas en los que están escritos los textos que van a traducir sino de adaptarlos a la lengua con la mayor fiabilidad posible, lo cual implica poseer un amplio vocabulario, habilidades para escribir o hablar con fluidez y un perfecto dominio de las reglas de ortografía, gramática y redacción, así como el conocimiento de las normas, usos y costumbres. Para así poder aplicarlas a cualquier situación.
En este sentido, un buen traductor debe estar capacitado para conectar realidades diferentes sin importar el medio (ya sea a nivel hablado y/o escrito) sin que su presencia no interfiera ni complique más las cosas, conservando la eficacia del mensaje. Por esto es indispensable confiar este tipo de servicios a una Agencia de traducción, sólida, responsable, que pueda mostrar trabajos de calidad en gestión de traducciones de todo tipo y que sobre todo cuente con un grupo de profesionales con habilidades certificadas.
Los servicios de traducción en la era digital deben ofrecer atención personalizada, trabajos específicos de redacción, transcripción, revisión, interpretación y edición para las traducciones. Es decir; amplitud de servicios para satisfacer las necesidades de cada cliente.
Así mismo, una empresa de traducción de esta época debe necesariamente diversificarse, no solo tecnológicamente y en el manejo de múltiples idiomas sino también en el apoyo a los diferentes sectores o grupos sociales académicos, deportivos, empresariales o gubernamentales. Para ello el staff de intérpretes debe tener la capacidad de responder con rapidez, fluidez y excelencia a las exigencias de los clientes.
De igual forma, el traductor debe hacer un apropiado uso de las herramientas tecnológicas y mantenerse al día en los avances y actualizaciones para gestionar un proyecto de calidad que permita el ahorro de dinero y la disminución de los tiempos de entrega. Entre estas herramientas encontramos las redes sociales y las plataformas online (como puede ser la misma web de la empresa de traducción en cuestión) así como el correo, la mensajería instantánea, etc. Todo ello en pos de entregar un trabajo acorde a la calidad esperada por el cliente y, sobre todo, resolver cualquier tipo de duda que pueda surgir al respecto por el camino.
En conclusión, sabemos que es imprescindible contratar los servicios de una compañía de traducción con amplia experiencia si necesitamos traducir cualquier tipo de documento, y que esta además esté tecnológicamente bien dotada, para así ser mucho más eficaz en la gestión de proyectos.
En esta época de incontables avances tecnológicos, acercamientos virtuales entre las personas, diversificación de las comunicaciones entre las diferentes culturas y múltiples idiomas el traductor es el puente para unir los mundos y la agencia de traducción es el camino correcto que han de seguir.