El gas natural ha sido una de las fuentes de energía más utilizadas durante los últimos años. Debido a su bajo costo y a su mayor eficiencia en comparación con otros combustibles fósiles como el carbón, se ha consolidado como una opción popular para la generación de electricidad, calefacción y transporte. Sin embargo, una pregunta crucial en torno a este recurso es si el gas natural es renovable o no renovable. La respuesta a esta cuestión tiene implicaciones tanto para la sostenibilidad de su uso como para la transición hacia fuentes de energía más limpias y ecológicas; y para descubrirla, te invitamos a leer este post.
¿Qué es el gas natural?
El gas natural es una mezcla de hidrocarburos, principalmente metano, que se extrae de formaciones subterráneas. Es un combustible fósil que se ha formado durante millones de años a partir de los restos orgánicos de plantas y animales que se han descompuesto y transformado bajo condiciones de alta presión y temperatura. Por su naturaleza y proceso de formación, pertenece a los recursos no renovables, ya que su origen es geológico y lleva millones de años formarse, lo que hace imposible reponerlo en un tiempo corto.
Gas natural: ¿es renovable o no renovable?
Para determinar si el gas natural es renovable o no, es necesario entender qué significa realmente una fuente renovable. Las fuentes de energía renovables son aquellas que se pueden regenerar naturalmente en un corto período de tiempo, como la solar, la eólica o la hidroeléctrica. Estas dependen de procesos naturales continuos que no se agotan a medida que se utilizan.
En cambio, el gas natural no cumple con estos criterios. Es un recurso fósil, lo que significa que su origen está basado en un proceso natural que ocurrió hace miles de años. Así, decimos que es regenerable en el corto plazo, y su extracción y uso contribuyen a la liberación de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, lo que impacta negativamente en el cambio climático.
Por lo tanto, no puede clasificarse como una fuente de energía renovable. Pero, no significa que no pueda desempeñar un papel en la transición energética. Al ser más limpio en comparación con otros combustibles fósiles como el carbón o el petróleo, sirve como un puente hacia una mayor adopción de energías renovables.
El impacto ambiental del gas natural
A pesar de no ser renovable, el gas natural es una opción energética más limpia que otros combustibles fósiles. Su combustión emite menos dióxido de carbono que el carbón y el petróleo, y por eso es una alternativa más favorable desde el punto de vista ambiental en términos de emisiones de gases de efecto invernadero. A pesar de ello, sigue siendo una fuente de emisiones de CO₂ que plantea desafíos en la lucha contra el cambio climático.
Es importante considerar también las emisiones metánicas. Aunque el metano es un gas de efecto invernadero más potente que el CO₂, las fugas durante la extracción y transporte de gas natural pueden ser una fuente significativa de emisiones. Por esta razón, es esencial que las empresas que extraen y distribuyen gas natural implementen medidas rigurosas para reducir las fugas y mejorar la eficiencia en el uso de este recurso.
Iniciativa paperless: el futuro de la sostenibilidad
En este contexto de búsqueda de alternativas más sostenibles y responsables, la iniciativa paperless tiene todo el sentido porque se refiere al uso de herramientas digitales para evitar el uso de papel en diversos procesos, incluyendo el envío de recibos de pago, facturación y otros trámites administrativos. Adoptarla contribuye a la reducción del consumo de recursos naturales, como la madera, y disminuye la huella de carbono asociada con la producción, transporte y eliminación del papel.
Al aplicarla en sectores como el de la distribución de gas natural, las empresas reducen su impacto ambiental de manera relevante. Recibir un recibo de pago de gas natural de forma digital, en lugar de en formato papel, elimina el consumo innecesario de recursos y facilita una gestión más eficiente y rápida para los clientes. Esta es una muestra clara de cómo las empresas pueden tomar decisiones responsables y alineadas con los valores de sostenibilidad y respeto al medioambiente.
Naturgy: una empresa responsable que apuesta por la sostenibilidad
Naturgy es un claro ejemplo de cómo una empresa puede liderar la adopción de prácticas responsables y sostenibles dentro de la industria energética. A pesar de que el gas natural no sea una fuente renovable, ha implementado soluciones que permiten minimizar el impacto ambiental de este recurso. Una de las iniciativas clave en este sentido es el fomento del uso del modelo paperless.
La compañía ha adoptado la facturación digital para sus clientes y ha eliminado la necesidad de imprimir recibos de pago en papel. Con la medida acaban un poco con el impacto ambiental relacionado con la producción y distribución de papel, y potencian la eficiencia operativa, al permitir que los clientes gestionen sus pagos y recibos de manera más rápida y sencilla. De esta forma, demuestran que es posible equilibrar la utilización de recursos no renovables con una estrategia empresarial alineada con los principios de sostenibilidad y respeto por el medioambiente. La implementación de iniciativas como Naturgy contigo también refleja el compromiso de la empresa con un modelo más responsable y consciente de su impacto ambiental.
¿Por qué la iniciativa paperless tiene sentido para el gas natural?
A pesar de que el gas natural no sea renovable, las empresas del sector pueden ser responsables al tomar decisiones que minimicen su impacto ambiental. Adoptar la iniciativa paperless es una de las maneras más efectivas en las que una empresa puede contribuir a la sostenibilidad en su actividad diaria. Al optar por no utilizar papel para los recibos de pago y otros trámites, se disminuye la necesidad de papel y se optimizan los procesos, contribuyendo a un entorno más limpio y eficiente.
La transición hacia un modelo sin papel también representa una mejora en la eficiencia operativa. Las empresas pueden ahorrar costos asociados con la producción, el envío y el almacenamiento de papel, lo que les permite invertir en tecnologías más innovadoras y sostenibles. Naturgy es un ejemplo claro de cómo una compañía puede asumir un rol activo en la protección del medioambiente mientras ofrece un servicio eficiente y accesible para sus clientes.