Uno de los problemas que más molestias puede causar a la hora de trabajar con ordenadores es que el equipo se vuelva lento. El proceso de trabajar con un ordenador lento puede ser tedioso e ineficiente, no obstante, existen algunos trucos que permiten solventar este inconveniente.
El problema puede ser ocasionado por factores como la presencia de un virus (malware), que el sistema operativo sea muy pesado, o que esté tan lleno de aplicaciones que pueda superar la capacidad de memoria del ordenador. Muchas veces las soluciones son sencillas y otras veces es necesario un poco más de atención.
Trucos a mano
En páginas especializadas en informática, como https://todoparapc.com/, se pueden encontrar todo tipo de estrategias para aprovechar todo el potencial de un PC como herramienta de trabajo o de entretenimiento. Uno de los primeros trucos para recuperar la rapidez de un ordenador lento, es tan sencillo como desinstalar aquellas aplicaciones que ya no se utilizan.
El sistema operativo Windows 10, que es el que tienen gran parte de los equipos actuales, es más pesado que Windows 7, pues está compuesto por miles de líneas con el propósito de que el sistema sea compatible con las aplicaciones diversas que están en el mercado. No es de extrañar que funcione lento en los equipos viejos, ya que si se le suman muchos programas, el sistema puede trabajar extremadamente lento.
El proceso de depurar el equipo permite descargar documentos basura que se acumulan, lo que puede acelerar el proceso de inicio del ordenador. Windows 10 viene de fábrica con juegos y aplicaciones que probablemente no se usen nunca, por lo que desecharlos será una decisión inteligente para aligerar el funcionamiento del equipo.
Para desinstalar las apps no usadas, habrá que encender el ordenador, acceder a la configuración del sistema y seleccionar ‘Aplicaciones’. Allí se ubica el buscador y se pueden encontrar los programas específicos que se quieren quitar. Al pulsar la aplicación en cuestión, aparecerá la opción de desinstalar, y al pulsar la misma se borrará la app del ordenador. Hay que tener cuidado con todo esto, ya que es importante no borrar las funciones básicas de Windows.
Menos es más
Otra estrategia para acelerar el proceso de respuesta del ordenador puede ser depurar los procesos que están en el inicio. Para esto se debe acceder a inicio, se pulsan las teclas Ctrl+Shift+Esc para ir al Administrador de tareas, y se eligen aquellas que se desea deshabilitar.
Hacer una limpieza del escritorio también ayudará. Lo ideal es tener solo los accesos directos que se usen con más frecuencia, los programas eventuales se pueden elegir del listado cuando se vayan a emplear.
Los peligrosos virus
Los virus o malware pueden causar que el ordenador vaya más lento de lo normal; una forma de detectar si esto es el problema, será pasarle un antivirus. También se puede aprovechar la función de Windows Defender del sistema operativo.
Para hacerlo, se debe abrir el apartado de ‘Actualización’. En la pantalla principal del Defender se selecciona la alternativa con el icono de escudo (Protección antivirus) para hacer un examen rápido y saber si el sistema está amenazado. Puede hacerse un análisis rápido, o completo y personalizado, cuando se sospeche de la presencia de un virus en una carpeta específica.
Espacio libre
Liberar espacio en disco (caché, cookies…) de “basura” que se acumula en el PC durante las operaciones es otra manera de hacer más rápido el equipo. No hace falta descargar nada, con herramientas propias de Windows 10 se puede lograr.
Sin mucho esfuerzo, se puede ubicar esta opción en el menú de inicio, al escribir ‘cleanmgr’; se le da Enter y surge el Liberador de espacio en disco, luego se hace clic derecho, y en el menú que aparece se elige ejecutar como administrador y aparecen las alternativas. El siguiente paso será elegir el disco que se desea depurar y hacer clic en Aceptar. Allí se podrá ver el cálculo del espacio que se logra liberar, el proceso puede tardar dependiendo de la cantidad de archivos que estén acumulados. También se puede desfragmentar el disco para optimizar los procesos.
Disminuir los efectos visuales y las animaciones de Windows 10, y desactivar la indexación son también formas de ganar velocidad y lograr un mejor rendimiento sin tener que gastar dinero para añadir más memoria RAM, lo que sería la última opción si estos tips no resultan.