¿Ha subido la factura de la luz? ¿Se ha vuelto casi imposible pagar el gas? ¿Llenar el tanque del coche es un lujo que ya no puedes permitirte?
El costo de la electricidad y los combustibles cada día suponen un gasto mayor, y muchos hogares españoles no saben cómo hacerle frente a esta situación. Por eso aquí tienes algunos consejos para reducir el gasto (y coste) energético de casa y conseguir ahorrar cientos, o incluso miles, de euros.
Apaga los aparatos eléctrico
La mayoría de los aparatos eléctricos entran en modo de hibernación automáticamente, ¡pero aún así siguen consumiendo! Son pocos vatios por día, que a la larga se hacen notar.
Apagando la tele, el ordenador, el módem, el robot aspirador, el equipo de música, etc., irás reduciendo euros de la factura de la luz. Y la misma lógica vale con las bombillas, aunque las LED sean muy económicas, no es necesario dejar la luz encendida cuando sales de una habitación.
Mejora el aislamiento de casa
Una buena obra de aislamiento (del tejado, las paredes y el suelo) es muy eficaz, pero también muy cara, incluso con ayuda de una subvención. Si no puedes permitirte emprender un proyecto de renovación de este tipo, aún es posible mejorar el rendimiento energético de tu hogar instalando persianas eléctricas.
Las persianas se adaptan perfectamente a una renovación sencilla, rápida y económica. Su gran ventaja es que reducen la pérdida de calor a través de las ventanas, lo que aumenta la comodidad, y también refuerzan la seguridad de la vivienda.
Puede encontrar varios modelos de persianas eléctricas prácticos para una reforma casera en https://www.domondo.es/
Ajusta el sistema de climatización
Es común escuchar que la temperatura en los espacios interiores en invierno debe ser de 19°C.
Si bien es cierto que bajar la temperatura de nuestra calefacción un 1°C, puede reducir la factura de la luz en un 7%, también es cierto que tumbarte a ver una peli de noche, con la casa a 19°C puede resultar un poco frío.
Por eso, tener un termostato es esencial para mantener un estilo de vida agradable: te permite calentar menos la casa cuando estás fuera, o bajar más la temperatura en las habitaciones que no necesitan estar tan cálidas todo el tiempo.
Se trata de encontrar el equilibrio: puedes disfrutar tu peli con la casa a 21°C o calentar el baño a la hora de la ducha, ¡y aún así respetar la regla de los 19°C de media!
Invierte en electrodomésticos de alto rendimiento
A la hora de comprar un nuevo electrodoméstico, uno de los principales criterios para elegirlo debe ser su consumo energético, indicado por la nueva etiqueta energética. Una diferencia de clase representa un 15% de ahorro.
Entre un aparato de clase A o B y uno de clase F o G, hay cientos de euros de ahorro al año en la factura de la luz…
Toma duchas más cortas
El agua caliente es un gran consumidor de energía, especialmente si tienes un calentador de agua eléctrico.
El cambio de hábito de tomar menos baños y más duchas fue un gran avance para el ahorro de agua y energía, aún así, el gasto energético de las duchas largas también es grande. Una ducha larga y caliente “para relajarse» significa gastar hasta 10 veces más agua caliente que en una ducha de aseo.
Ten esto en cuenta para encontrar el equilibrio. No te excedas con el tiempo en la ducha, y siempre que puedas cierra el agua cuando te enjabones. Piensa cómo estos detalles van a tener impacto en tu bolsillo.
Estos sencillos gestos te permitirán reducir las facturas de la luz y del gas, sin perder calidad de vida. Entonces, ¿a qué esperas para ponerlos en marcha?