No solo es una cuestión de imagen, sino también de una manera de vivir en el hogar. La construcción industrial implica, además del uso de ciertos materiales como el metal o concreto sin pulir, más rapidez y criterios, piezas prefabricadas, ensambles, tuberías e instalaciones a la vista, etc. Es una excelente alternativa para hacer conjuntos habitacionales, para adecuar espacios, a la vez que se logran ambientes en poco tiempo. Resulta importante añadir que los procesos industriales, prefabricados o el llamado “passive house” (arquitectura bioclimática) resultan ser bastante económicos, tanto en el largo como en el corto plazo.
Las ventajas de las viviendas industrializadas
Es exitosa la combinación de construcción vivienda industrializada y nuevas tecnologías para economizar costes. Desde inicios del siglo XX, se empiezan a construir viviendas de manera generalizada. Se trata de construcciones en serie, con rapidez de elaboración, que suelen replicar criterios y métodos de las edificaciones para la industria: estructura de naves, espacios libres, prefabricación, estética sin ornamentos, etc.
- Una de las bondades es la celeridad de construcción. Al usar esquemas prefabricados, se evita la faena in situ.
- Un gasto menor. Estas viviendas suelen economizar costes, siendo por eso más asequibles.
- Fáciles de expandir y reformar. Al hacerse bajo el esquema de módulos, es fácil hacer ajustes posteriores o añadidos.
- Las instalaciones de agua, gas o electricidad son más fáciles de colocar. Son aditamentos que, en ciertos casos, ni siquiera es necesario disimular o esconder, ya que forman parte de la estética industrial.
Finalmente, son viviendas que sobresalen por la facilidad para personalizarlas. Muchos arguyen que son viviendas en serie, todas idénticas. Pero, en realidad las personas reciben una estructura que luego pueden ajustar o reformar con rapidez para adaptarlas a sus preferencias más particulares.
Características de la construcción en modo industrializado
Muchas personas no tienen aún claro lo que significa una casa industrializada. Son viviendas que se levantan de manera diferente: no se valen de una explanada con ladrillos y morteros. Tampoco se realizan con vaciados o trabajos en sitio, sino que se hacen con un fuerte componente prefabricado. Más que “construirse” se “ensamblan” sobre el terreno.
Por lo antes comentado, son viviendas que se distancian de la construcción tradicional. Otra cuestión es que el diseño y logística no se circunscribe a la parcela. Muchas piezas se hacen en talleres y se trasladan hasta el sitio. No tienen tanta ornamentación y se prefiere la obra limpia. No es raro que existan viviendas de este tipo que usen metal para las vigas o columnas, abarcando así materiales que no son tan comunes en viviendas tradicionales.
Casas prefabricadas: son un lego que se arma en el sitio
El concepto de casa prefabricada es relativamente reciente. Desde finales del siglo XIX, los ingenieros y arquitectos hicieron experimentos al respecto. No obstante, es luego de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) cuando surge la necesidad de construir viviendas con rapidez. La destrucción causada por los bombardeos deja sin hogar a miles de personas, quienes necesitan de cobijo antes del arribo del invierno.
Bajo la exigencia antes descrita, se realizan las primeras unidades vecinales prefabricadas. Muchas escuelas de diseño y arquitectura, como la Bauhaus, se dedican a formar profesionales capacitados para esta nueva manera de entender la vivienda. Hay un criterio de rapidez, con elementos realizados en serie, que suelen hacerse previamente.
- Las vigas y columnas se hacen con módulos establecidos.
- El criterio y estética industrial llegan incluso a la confección del mobiliario.
- De hecho, las instalaciones también se cuadran desde antes, solo colocándolas (tuberías, electricidad, etc.).
- Todo se hace con módulos que encajan entre sí: puertas, ventanas, esquinas, escalones, pasillos, tamaños de las estancias.
Con esta manera de construir, la casa es como un lego cuyas piezas encajan con armonía en el sitio. Una manera rápida, simple y con mucha prestancia de obtener un resultado constructivo de calidad en poco tiempo. Estas viviendas son confortables y se pueden personalizar con pocos recursos.
Passive House: viviendas con eficiencia energética
El concepto de Passive House es de origen alemán y se entiende como: “viviendas con un consumo energético muy bajo. Captan la energía del entorno, valiéndose de paneles solares y una correcta ubicación para aprovechar el sol. Incorporan tecnologías para aprovechar energía eólica, obtener agua de lluvia y un clima interior agradable durante todo el año”. Es importante añadir que es una idea que se gesta durante los años 80 del siglo XX.
Las viviendas prefabricadas e industriales son perfectas para aplicar estrategias de Passive House. Esta tendencia, extendida a otros usos además del residencial, pasó a ser conocida como “arquitectura bioclimática”. Una excelente opción en una época donde se buscan hogares ecológicos y donde los precios de la energía son tan elevados, que vale la pena invertir en una residencia tipo Passive House.