Con el paso del tiempo, la industria del diamante se ha beneficiado del origen y la escasez de diamantes naturales al aumentar su deseo y valor percibido mediante consignas como «Un diamante es para siempre» y «Real es poco común.”
Actualmente, la tecnología ha evolucionado al punto en el que los científicos pueden recrear las condiciones exactas bajo las cuales los diamantes se generan naturalmente. La presencia de diamantes cultivados en laboratorios está cambiando la industria.
Los Diamantes Cultivados en Laboratorios son Gemas Libres de Conflictos
Los diamantes en conflicto o de sangre son gemas que se extraen ilegalmente y se venden para financiar la guerra y el terror. Los diamantes libres de conflictos son aquellos que se extraen y venden éticamente.
Los diamantes en conflicto incluyen los extraídos durante las recientes guerras civiles en Angola, Costa de Marfil, Sierra Leona, Liberia, Guinea y Guinea Bissau.
En 2000, la industria del diamante se asoció con las Naciones Unidas y organizaciones de todo el mundo para crear el Esquema de Certificación del Proceso de Kimberley. Este sistema exige a los países miembros un monitoreo de los diamantes entrantes, desde el momento en el que han sido extraídos hasta su venta final. A cada cargamento de diamantes se le otorga un Certificado de Proceso Kimberley que verifica que están libres de conflicto.
Sin embargo, este proceso puede no ser 100% eficiente, ya que muchos de estos diamantes de sangre ni siquiera están registrados; son objeto de contrabando en otras naciones y los mezclan con diamantes limpios.
Además, la definición del Proceso de Kimberley de «diamantes en conflicto» no incluye algunas de las prácticas en minería y venta de diamantes que los consumidores encuentran problemáticas; p.ej. Degradación ambiental, explotación infantil, explotación laboral y violencia sancionada por el Estado.
Ante esta situación, los diamantes cultivados en laboratorios son mucho más confiables porque su origen sí puede ser determinado.
Los científicos ahora también pueden crear diamantes cultivados en laboratorio a partir de las cenizas de un ser querido fallecido. Se conoce como un diamante de cremación y puede ser certificado por todos los institutos de gemología reconocidos mundialmente para ser fabricados en laboratorio (no extraídos).
Algunos vendedores de diamantes de cremación también acompañan sus gemas con una certificación de origen y un informe de análisis de proceso que documenta la prueba científica de que tu diamante conmemorativo se origina de las cenizas de un ser querido fallecido.
Diamantes cultivados en laboratorio: Procesos de formación
Los diamantes sintéticos, incluyendo un diamante a partir de cenizas, pueden ser elaborados en el laboratorio a través de los siguientes procesos:
Método de Alta Presión Alta Temperatura (HPHT)
A la hora de elaborar un diamante conmemorativo, este es el proceso más utilizado. A través de este método se aplican distintos tipos de prensas para recrear las condiciones de temperatura y presión que dan lugar a los diamantes naturales.
Hablamos de un nivel de presión de hasta 60 kilobits y temperaturas de 1600°C. En primer lugar, se introduce el carbono mezclado con grafito y otros metales en una cápsula de cerámica.
Posteriormente se aplica presión a través de 4 prensas, lo que ocasionará que el grafito se disuelva junto con los otros metales para lograr la cristalización deseada del carbono puro. Este proceso suele tener una duración de 6 a 9 meses.
Deposición Química de Vapor (CVD)
A través de este proceso, el carbono necesario para fabricar el diamante se obtiene a partir de la mezcla del gas metano con el hidrógeno, que posteriormente es ionizado a través de plasma.
Se introduce el gas metano y el hidrógeno en una cámara especializada que posteriormente será sometida a microondas. Esto tendrá como resultado que las moléculas de hidrógeno se separen de las moléculas de carbono.
Una vez que el carbono queda liberado en estado puro, se depositará en el fondo de la cámara, formando capas de diamante. Las moléculas de hidrógeno restantes son desechadas.
Detonación de Explosivos
Es posible formar nano diamantes de hasta 5nm de diámetro al hacer detonar explosivos que contienen carbono dentro de una cámara especial de metal. Lo que ocurre en este proceso es que la explosión genera las mismas condiciones de presión y temperaturas favorables para convertir el carbono en diamante.
Justo después de la explosión, la cámara de metal se enfría y esto permite cristalizar el carbono. El producto restante puede contener partículas de grafito y otros metales, por lo que es necesario sumergirlo durante un día en ácido nítrico a 250°C para que puedan disolverse.
Cavitación por Ultrasonido
En este método se suspende el grafito en un líquido de origen orgánico y se somete a temperatura ambiente y un nivel de presión atmosférica. Esto se logra empleando un ultrasonido de alta potencia que forma cavidades de vapor, de ahí su nombre. Este procedimiento es más sencillo que otros y tiene un costo que se asemeja al HPHT, pero los diamantes que se obtienen al final poseen menor calidad cristalina.
Características de un diamante a partir de cenizas cultivado en laboratorio
Asegúrate de que tu diamante conmemorativo cumpla con las siguientes características, ya que no todas las compañías las ofrecen:
Máximo uso de las cenizas o cabello humano: Ningún diamante a partir de cenizas está hecho al 100% de restos humanos. Todos necesitan de un diamante microscópico que funcione como cristal de base. Lo ideal es que el diamante a partir de cenizas contenga un 99,99% de carbono proveniente de los restos de tu ser querido.
Semilla de Diamante Natural: El diamante semilla que funciona como base a la cual se adhiere el diamante conmemorativo debe ser de alta calidad, superior al 0,1%.
Tipo IIb: Esta es la clasificación óptima para un diamante a partir de cenizas, ya que al ser analizados muestran una absorción considerable en el lado rojo del espectro visible y son similares al 0,1% de todos los diamantes naturales.
Sin Metales Pesados (0.00%): Para que un diamante a partir de cenizas sea seguro no deben contener Plomo, Mercurio, Bismuto o Bromuro de Sodio. Esto determina que el proceso de limpieza y preparación de las cenizas no incluye metales pesados.
Sin Colorantes Artificiales (0.00%): El color final de un diamante a partir de cenizas es único e irrepetible y depende de las cenizas utilizadas para su elaboración. Se puede determinar una gama de colores específica para el diamante conmemorativo al crear un entorno de síntesis, más no se deben utilizar colorantes artificiales.
4N de Pureza: Los diamantes conmemorativos de mejor calidad son aquellos que están compuestos de carbono con un nivel de pureza de 99,99%. Esto influirá en el acabado final del diamante y en la ausencia de grietas.
Un diamante a partir de cenizas en México puede costar desde $28,000 MXN con un peso desde 0.25 hasta 2 quilates.
En México, el precio de un diamante cultivado en laboratorio es hasta 42% menor que el de un diamante natural, siendo Estados Unidos su principal proveedor. Esto debido a que la tecnología avanza, abaratando los costos de producción y haciendo estas joyas más accesibles.
Además, en México se regulan tanto los diamantes sintéticos como naturales para garantizar que estén libres de conflictos. Al no existir impuestos ni barreras a la comercialización de diamantes, México representa un mercado atractivo para los proveedores de diamantes sintéticos.