CIUDAD DE MÉXICO – Un juez extendió indefinidamente la prohibición de las corridas de toros en la Ciudad de México, lo que aumenta la probabilidad de que la temporada se cancele en lo que, según afirma, es el lugar más grande que queda en el mundo.
La Plaza México, como se conoce al estadio, emitió un comunicado el viernes instando a los aficionados a protestar por la decisión. El estadio pidió a los hinchas taurinos que publicaran fotos de ellos mismos con la palabra “libertad” escrita en sus manos.
La compañía dijo que apelará la decisión.
“La empresa pospondrá las corridas de toros y novilladas programadas y continuará con la defensa legal de las costumbres y tradiciones mexicanas, en la medida que la ley lo permita”, dijo Plaza México en un comunicado.
Sin embargo, un tribunal superior ya ha rechazado una apelación contra la decisión. Se deben realizar más audiencias sobre si mantener la prohibición o hacerla permanente.
El juez ordenó originalmente una prohibición temporal en mayo, con base en acusaciones de que las corridas de toros violaban los derechos de los residentes a un ambiente saludable y libre de violencia.
Las corridas de toros estaban programadas en el principal ruedo profesional de la ciudad en julio y septiembre, según anuncios anteriores.
La decisión amenaza con marcar el fin de casi 500 años de tauromaquia en México.
Según los historiadores, el conquistador español Hernán Cortés vio algunas de las primeras corridas de toros en la ciudad en la década de 1520, poco después de su conquista de la capital azteca en 1521.
Desde 2013, cuatro estados de México han prohibido las corridas de toros y las encuestas indican un apoyo sustancial a la prohibición. Una prohibición en la Ciudad de México, actualmente el lugar más grande para los eventos, sería un revés internacional para las corridas de toros.
El año pasado, la Comisión de Bienestar Animal de la Asamblea de la Ciudad de México aprobó preliminarmente una ley que prohíbe los eventos públicos «en los que los animales sean sometidos a maltrato y crueldad con resultado de muerte». Pero el proyecto de ley nunca llegó a votación ante el pleno de la asamblea.