La miel de abeja es un alimento nutritivo, saludable y natural producido por las abejas a partir del néctar de las flores y de sus propias secreciones.
La miel tiene un sabor dulce y agradable y se puede utilizar como edulcorante natural en diversas recetas. Además, la miel tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antibacterianas y curativas, que la hacen un recurso terapéutico para tratar diversas afecciones y mejorar la salud.
Principales beneficios de la miel de abeja
Existen muchos beneficios de la miel de abeja pura asociados al consumo frecuente y, claro está, siempre y cuando se trate de productos de alta calidad y pureza.
- Potencial antibacteriano: la miel contiene inhibinas, como el peróxido de hidrógeno, los flavonoides y los ácidos fenólicos, que le confieren una acción bactericida contra distintos microorganismos patógenos.
- Efectos positivos en la atención pediátrica: la miel también puede ayudar a aliviar algunos problemas de la piel en los niños, como la dermatitis causada por el uso de pañales, el eccema y la psoriasis. La miel tiene propiedades antiinflamatorias, hidratantes y calmantes que reducen el enrojecimiento, la irritación y el picor.
- Beneficios gastrointestinales: la miel tiene una composición rica en enzimas que facilitan la digestión y la absorción de los carbohidratos, como la fructosa y la glucosa. Además, aporta excelentes nutrientes y minerales, así como permite gozar de una buena digestión. Al ser un componente rico en bacterias probióticas te ayuda con la salud de la flora intestinal y obtienes un refuerzo en el sistema inmunológico. La miel puede ayudar a prevenir o aliviar el estreñimiento, la hinchazón, los gases y las úlceras gástricas.
- Para la salud bucal: al consumir la miel en proporciones adecuadas, como puede ser una o dos cucharadas para acompañar alimentos o una para tomar directamente, obtienes beneficios para la salud de tu boca y dientes. Te puede ayudar a prevenir enfermedades como la periodontitis y la gingivitis. Igualmente, al tener propiedades antibacterianas, te ayuda a combatir aquellos agentes que producen el mal aliento o la halitosis y las caries. También tiene un buen efecto antiinflamatorio, así que puedes usarla para reducir el sangrado o el dolor en las encías.
- Para combatir la tos y el dolor de garganta: este es otro de los beneficios que puedes obtener de la miel de abejas, gracias a sus propiedades antivirales y antifúngicas que combaten con agentes infecciosos. Además, la miel tiene un efecto suavizante y expectorante que calma la irritación y facilita la expulsión de las flemas.
- Beneficios cardiovasculares: la miel también puede tener efectos positivos sobre la salud del corazón y de los vasos sanguíneos. Contiene antioxidantes que previenen el daño oxidativo causado por los radicales libres. Además, la miel puede reducir los niveles de colesterol y de triglicéridos en sangre, y mejorar la elasticidad y el flujo de las arterias. Estos factores contribuyen a prevenir o disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares como la aterosclerosis, la hipertensión, el infarto o el accidente cerebrovascular.
¿Cómo se recomienda consumir miel diariamente?
La miel es un alimento que se puede consumir todos los días, siempre que se haga con moderación y dentro de una dieta equilibrada. La miel tiene un alto valor calórico, por lo que se debe controlar la cantidad que se ingiere para evitar un exceso de azúcar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo de azúcares libres (como los que contiene la miel) no supere el 10% de las calorías totales diarias, lo que equivale a unos 50 g de azúcar al día para una persona adulta.
La cantidad de miel que se puede consumir al día depende también de la edad, el peso, el nivel de actividad física y el estado de salud de cada persona. En general, se puede tomar una cucharada (unos 15 g) de miel al día sin problemas, pero se debe consultar con el médico en caso de tener alguna enfermedad como diabetes, obesidad o alergia a la miel o al polen.