Emprender es una decisión que cambia para siempre nuestro modo de entender el marco profesional, suponiendo el inicio de una vida laboral por cuenta propia. Sin embargo, para que este proyecto a punto de comenzar esté basado en la estabilidad esperada, será fundamental seguir determinadas pautas y solicitar ciertos servicios.
La obtención de los certificados administrativos, el registro de la marca o establecer una buena estructura financiera son algunos de los factores más determinantes, teniendo que acudir siempre a grandes expertos del sector.
Certificados que debes tener antes de operar en el mercado
Uno de los principales certificados que necesitamos en las fases previas al emprendimiento es el Código LEI. Este documento sirve para identificarnos como empresa dentro del comercio internacional, significando que estamos homologados para actuar como negocio.
LEI son las siglas en inglés de Identificador de Persona Jurídica y se nutre de la normativa ISO 17442, habiendo de solicitarlo al GLEIF. Puesto que este trámite puede dilatarse en el tiempo y suponer todo tipo de atrasos para nuestra entrada al mercado, lo más adecuado será delegar su obtención en especialistas.
Con el apoyo de grandes expertos en burocracia, podremos asegurarnos que nuestra empresa reciba el código LEI lo antes posible. Un certificado con el que ya estaremos listos para operar en los mercados financieros, evitando así el hecho de tener que asumir multas innecesarias en los primeros pasos del emprendimiento.
Registra tu marca y tu logotipo
Otro de los aspectos que debemos tener en cuenta antes de comenzar a vender nuestro producto u ofrecer nuestros servicios comerciales, es proceder con el registro de marcas. Una vez encontramos un nombre perfecto para nuestra empresa, el cual represente todos los valores que queremos transmitir, tendremos que formalizar que tenemos la autoría, evitando así que terceras personas se apropien de la marca y tener que afrontar todo tipo de litigios legales.
Una vez más, nos encontramos ante un cometido de índole administrativa, en el que las entidades públicas no siempre hacen muestra de la solvencia que esperamos. Por eso, cabe hablar del rol que ocupan las agencias que asumen las riendas en este procedimiento, estableciendo así una eficiencia incontestable en el proceso. Después de recibir nuestra solicitud, hacen un análisis para asegurar que nadie se ha adelantado a nuestra idea y, posteriormente, presentan toda la documentación correspondiente al trámite.
Al igual que la marca, también será fundamental marcar la autoría sobre el diseño de nuestro logo. Esta imagen será nuestra representación en el mercado, logrando así que el público nos asocie con una determinada línea gráfica. Por consiguiente, del mismo modo que actuamos con el nombre, delegar el registro de logotipos en manos especializadas será sinónimo de eficiencia. Una inversión para obtener el certificado oficial que nos servirá de defensa legal en caso de algún problema por plagio.
Así pues, es obvio que nos encontramos ante un paso clave antes de formalizar el inicio de nuestra andadura empresarial, no todo el mundo lleva a cabo esta acción y son muchos los negocios que se resienten por ello, así que nada como prevenir riesgos innecesarios y tener los certificados sobre nuestra propia marca.
Asesoramiento para proteger tu economía
Si ya estamos en plena actividad comercial, será vital proceder con un servicio de asesoramiento económico y financiero. Gracias a la gestión de despachos como Atresr, podremos asegurar nuestra integridad y la de nuestro negocio, blindando con maestría las bases económicas de la empresa.
Atresr brinda una asesoría puntual en casos especiales, como puede ser el caso de las valoraciones, el peritaje o los informes; no obstante, su punto fuerte es la asesoría fiscal y contable de los negocios, un servicio ejemplar para que los números de cada compañía siempre estén en buenos términos.
Asimismo, el despacho se ofrece para asumir el control del departamento financiero, dirigiendo esta sección de la empresa hacia el camino del éxito económico. Una inversión destinada a optimizar las ganancias y reducir las pérdidas, protegiendo en todo momento el capital corporativo.