La salud mental es un aspecto fundamental de la calidad de vida, ya que tiene que ver con el bienestar, la paz y la seguridad en el propio ser.
Con el ritmo de vida actual es común que las personas sufran estrés, debido a circunstancias laborales, académicas y familiares, por lo que es necesario que tengan un hábito adecuado de cuidado de su salud mental.
¿Cuándo acudir a un centro de psicología?
No es necesario presentar síntomas para acudir a un centro de psicología en Valencia, o en tu ciudad de residencia, ya que la psicología tiene herramientas que funcionan de manera preventiva y pueden servir a todos para mejorar la calidad de vida.
Asistir a terapia puede ser decisivo para poder afrontar adecuadamente los cambios en el ciclo vital del ser humano, es decir, adaptarse a etapas nuevas de la vida, como por ejemplo el crecimiento de los hijos, cambios de empleo, enfermedades, mudanzas, problemas económicos y cualquier otro asunto que forme parte de la vida cotidiana.
Por otra parte, la terapia psicológica ayuda a conocernos a nosotros mismos y a encontrar fortalezas que pueden servir para alcanzar nuestras metas, superar problemas y ser felices.
Por supuesto, si una persona presenta algunos síntomas que indiquen que algo no está funcionando bien con su mente, será necesario que acuda de inmediato a la consulta con un profesional.
Síntomas y señales que indican que hay que acudir al psicólogo
Hay algunas señales de alarma que, al presentarse, deben ser consultadas con los psicólogos sanitarios para que indiquen la conducta a seguir:
- Problemas de sueño. El insomnio es una gran señal de que algo no está bien con la salud mental. La dificultad de conciliar el sueño, despertarse durante la noche, dormir muy pocas horas o no llegar a las etapas de sueño profundo, son síntomas que deben ser tratados por un profesional.
- Apatía. Cuando a una persona le dejan de gustar actividades que antes sí disfrutaba, sin haberlas cambiado por otras, sino que más bien no le apetece nada, puede ser una señal de depresión. La apatía generalizada, no asearse, no ocuparse de sí mismo, no interesarse por nada, es una señal de alarma importante.
- Desconectar. Cuando las personas no pueden relacionarse con sus amigos y familiares, y más bien viven aislados. También puede suceder que repentinamente no encajen en ningún círculo social, de forma que se sienten incomprendidos y no se comunican bien con nadie.
- Ansiedad. Cuando la persona sufre una crisis de ansiedad extrema, que no le permite actuar apropiadamente y que no logra calmarse por sí mismo. Si esto se presenta en episodios con una duración determinada, es posible que se trate de un ataque de pánico.
- Fobias. Los miedos irracionales pueden ser paralizantes y, en algunos casos, pueden entorpecer el desarrollo normal del individuo, por eso hay que tratarlos lo antes posible.
- Estrés postraumático. Tras un hecho traumático, las personas necesitan ayuda psicológica para superar sus efectos y poder continuar con su vida cotidiana de manera adecuada.
¿Cómo puede ayudar un psicólogo?
En todos los casos, los psicólogos tienen la capacidad de ayudar a sus pacientes para tener una mejor salud mental, mediante tratamientos y servicios como los siguientes:
- Psicoterapia individual. Esto puede ser para niños, adolescentes o adultos. Se trata de ofrecer herramientas para solucionar los problemas psicológicos que se presenten.
- Terapia familiar o de pareja. Cuando el conflicto se presenta en las relaciones entre miembros de una familia o en la pareja, el psicólogo atiende de una manera especial.
- Situaciones de crisis. Cuando se trata de síntomas agudos, desencadenados por un evento, los psicólogos tienen la capacidad de atender al paciente para que supere la crisis.
- Terapia de grupo. Las terapias de grupo son muy efectivas para tratar problemas psicológicos, por lo general, se combinan con terapia individual.
- Evaluación. Los psicólogos también pueden hacer evaluaciones cognitivas o neuropsicológicas, a petición del paciente o su representante.
- Psicología preventiva. Se trata de consultas regulares para pacientes que no presentan síntomas agudos ni moderados, pero que quieren mejorar su calidad de vida.
La salud mental tiene una importancia magna en la calidad de vida y no debe descuidarse nunca.