Si algo caracteriza a las empresas modernas, independientemente de las industrias, es la alta productividad y la eficiencia en el desarrollo de los procesos que se involucran en dicho concepto de productividad. Pero para llegar a esos niveles de producción y eficiencia, a menudo hay que apostar por los procesos industriales de producción en serie.
La producción en líneas de montaje, también conocida como producción en serie, está considerada como una de las innovaciones más importantes de la historia de las empresas, porque sus conceptos -más allá de su práctica- sembraron las teorías de organización laboral y hasta directiva en favor de sistemas cada vez más eficientes, con menos errores, más rentables, y por supuesto más productivos, lo que en la actualidad muchas empresas pueden instaurar en sus sistemas de producción, incluso sin necesidad de instalar maquinaria propia o realizar fuertes inversiones al respecto, sino más bien, delegando estos procesos de producción industrial en empresas especializadas en el ramo.
Principales ventajas de la producción en serie
La producción en serie vino de la mano de Henry Ford, si bien, no fue el fundador de la marca de automóviles el primero en plantear este sistema de producción en las empresas. La industria japonesa del automóvil y de la tecnología ha sido la responsable de que esta forma de producir y trabajar se haya expandido por todas las regiones del mundo, aunque sus propias ventajas ya serían un argumento válido para entender por qué su expansión fue tan acogida por empresas de todas las latitudes e industrias.
Mayor producción por un menor coste
El origen de la producción en serie, en líneas de montaje o en planta, tuvo como argumento principal el hecho de poder producir mucho más por un menor coste de energía, menos recursos humanos y en términos de ahorro de dinero, ventajas que se mantienen hasta el día de hoy y en industrias tan dispares como la automoción o la producción alimentaria.
Esto muestra la diferencia con la producción artesanal, con trabajadores y sin máquinas, o con un proceso estandarizado, donde la pérdida de recursos y la tendencia a cometer errores era algo bastante frecuente.
Utilización eficiente de todos los recursos
La reducción de errores en procesos de producción mucho más ágiles es una de las ventajas de la producción en serie. Algo mucho más importante aunque se trate de industrias como la tecnología avanzada como ejemplo, donde la fabricación de chips microscópicos sería algo ineficiente y orientado al error si se hiciera de manera tradicional. Pero con las líneas de montaje mecanizadas es una cuestión que dura apenas unos segundos, lo que aparte, incide en una mayor producción y mejor productividad desde cualquier perspectiva.
Mecanizado de procesos anteriormente manuales
El mecanizado y la estandarización de procesos en industrias que antes realizaban todo de manera manual, como la alimentaria o la textil, son vivos ejemplos sobre cómo todas las industrias son proclives a actualizarse, ganar en eficiencia y competir de mejor manera en un mercado cada vez más globalizado.
Muchas ventajas en todas las escalas
Como se decía antes, todas las empresas y negocios pueden ser proclives a utilizar procesos industriales en sus formas de trabajo, lo que influye en agilizar los tiempos de entrega, eliminar los potenciales errores de fabricación, obtener una mayor rentabilidad, y en sectores como el diseño, el packaging, la creación de prototipos, moldes, o en delegación de procesos como la impresión 3D, cuya relevancia para la productividad puede llegar a ser incalculable para las empresas que toman dicha decisión.
El grueso de las empresas modernas que lideran los mercados, utilizan procesos de producción en serie en cualquiera de las partes de su producción diaria. Aquellas que aún no hayan llevado adelante dichas medidas, soliciten asesoría o inviertan en este terreno, se arriesgan a que las innovaciones y la competitividad de otras empresas del sector puedan superar sus capacidades de producción tradicionales, de manera que, aunque es una innovación que proviene del siglo pasado, su importancia y vigencia son hoy dignas de estudio.