Comer es un placer al que pocas personas pueden resistirse. Por ello, es conveniente revisar adecuadamente lo que se come, intentando mantener el equilibrio y eligiendo opciones que puedan nutrir mejor el cuerpo y favorecer su buen funcionamiento de manera sencilla y sin tantos problemas.
El pollo es uno de los alimentos de consumo más populares y que las personas más comen a nivel mundial. Es delicioso, delicado y versátil, permitiendo que se puedan hacer gran cantidad de recetas con él, llegando a sorprender a muchas personas.
Una de las partes del pollo que más llaman la atención son las alitas, dado que son ideales para freír, empanar y comer de manera práctica y sin gran ceremonia. Asimismo, no tardan mucho en hacerse, lo que les brinda una practicidad importante.
Altamente nutritivas
Las alitas de pollo son muy nutritivas, dado que no solo mantienen un alto índice de proteínas, sino que también cuentan con minerales y vitaminas que las hacen ser especiales.
En la comida, se suelen servir con salsa para alitas, haciendo que sean mucho más jugosas, suaves, delicadas y sabrosas. Todo esto no reduce su porcentaje de nutrientes, aunque puede reducir considerablemente la cantidad de comida que se puede consumir de forma saludable.
Cabe señalar que las alitas de pollo, incluso con salsa, son una buena fuente de proteína, que facilitará poder aumentar la masa muscular de las personas que lo deseen. Además, su contenido en grasas es mucho más bajo que otros alimentos y puede generar una buena respuesta del organismo si se come en porciones saludables.
Si se habla de los minerales, las alitas contienen selenio y fósforo. El selenio fomenta la absorción y retención de vitaminas como la C y la E, al entrar en el organismo. Y el fósforo facilita que el cuerpo mantenga un equilibrio químico saludable.
Esto quiere decir que unas alitas con salsa wing de vez en cuando, no harán ningún daño y pueden aportar grandes ventajas.
Porcentaje de vitamina B6
Las alitas de pollo cuentan con un porcentaje saludable de vitamina B6, la cual es excelente para ayudar a la circulación de oxígeno por todo el cuerpo, especialmente el cerebro, mejorando la función de este órgano principal del organismo.
Es así como el sistema inmunológico puede llegar a mejorar, reduciendo los riesgos existentes de una enfermedad arterial coronaria y otras que pueden representar un gran problema para el funcionamiento adecuado del cuerpo.
Igualmente, la vitamina B6 es compatible con la creación de hormonas, entre las que se encuentran la serotonina y la norepinefrina, encargadas de regular actividades como los ciclos del sueño y el estado de ánimo.
Es fácil de digerir
La carne del pollo es carne blanca y bastante suave, siendo fácil de digerir en general. Sin embargo, las alitas, al contener carne muy tierna y jugosa, son mucho más fáciles de procesar por el estómago, reduciendo el tiempo de digestión.
Esto es muy bueno para personas que sufren malestares estomacales o males de digestión, mejorando enormemente su nivel de vida.
Piel crujiente
Las alitas de pollo se mantienen cubiertas por la piel del animal, lo que normalmente se deja para darle un mejor sabor y que sean más crujientes al cocinarlas. En ese sentido, también se puede decir que, dependiendo de la forma de cocción, la piel puede ayudar a reducir la cantidad de grasas necesarias para obtener un alimento óptimo.
De igual forma, en el caso de las alitas de pollo fritas, la piel les da un toque especial, sobre todo si se acompañan con una buena salsa.
El pollo es un alimento muy completo y adecuado para cualquier tipo de dieta que integre carne animal. Por ello, no es ninguna sorpresa que las alitas de pollo sean tan adecuadas para el consumo y existan varias razones para consumirlas sin problemas. Además, si se comen con responsabilidad, se podrá disfrutar de unas alitas fritas deliciosas cada cierto tiempo