Para una pareja enamorada, el día de su unión matrimonial es una de las ocasiones más importantes de su vida, por ello es esencial cuidar cada detalle para que todo salga a la medida de sus sueños. La asesoría de un wedding planner facilita lograr el objetivo de un evento memorable
Cada año, miles de parejas eligen México como el país para escenificar su boda, residan allí o en otro país. Esta elección tiene mucho que ver con el hecho de ser un destino turístico de alta demanda. Existen múltiples alternativas para celebrar sus nupcias, boda elegante, tradicional, con toques mexicanos o cómo la prefieran.
Para los novios, el cuidado de los detalles y la personalización son puntos claves para vivir una experiencia de ensueño. Son muchos detalles como el sitio de la ceremonia, la celebración, el banquete, el vestido, las invitaciones, las flores y demás, por lo que es fácil abrumarse al momento de planificar.
Con un poco de ayuda
La opción de contratar una organizadora de bodas en México es una manera inteligente de asegurar que la celebración cumpla las expectativas de los novios, familia y amigos. Acudir a una agencia o experto en organización de eventos de este tipo, aporta una ayuda significativa, sobre todo si los contrayentes viven en otro lugar y viajan solamente para la celebración.
Una wedding planner con experiencia tiene contacto con los mejores proveedores, locaciones, trámites legales, además de capacidad organizativa. Algunos planificadores pueden contactarse para encargarse personalmente de todo o asesorar en la planificación si los novios prefieren hacer todo ellos mismos. Un planificador puede programar sesiones en Zoom para ayudarles.
El equipo planificador ayuda a definir todos los aspectos y guía a los novios para que obtengan la boda de sus sueños. Es fundamental elegir una agencia u organizador con vasta experiencia, tener la capacidad de escuchar y entender la visión de los novios y saber responder ante imprevistos.
Deseos de la pareja
La organización de una boda debe comenzar desde el momento mismo que la pareja decide dar el Sí, quiero. El tiempo es oro, debido a que una celebración nupcial implica muchos detalles.
Se deben tomar decisiones sobre lo que visualizan los novios. Dónde quieren hacer la boda, una fecha estimada y cuánto desean gastar, además de la cantidad de invitados.
El primer paso es definir si se quiere una ceremonia civil o por la iglesia. Esto puede dar el tono de la celebración. Estas determinaciones permiten guiar hacia las alternativas como la iglesia, el local para el banquete, el menú, las flores y demás aspectos.
Es fundamental tener en cuenta la fe y creencias de los novios, debido a que una boda tiene muchos simbolismos y tradiciones, incluso, familiares. Algunos pueden decidirse por una boda temática basada en los gustos de los novios o del origen de la familia.
Qué pasos dar
La planificación varía si se trata de una ceremonia católica, protestante, hindú, de tradiciones mayas, de corte mexicano o como se quiera. Una vez determinado el estilo de la ceremonia, se decide dónde hacerla. Una planificadora puede dar opciones, pero la decisión es de los contrayentes.
No deben olvidarse los trámites para hacer legal la unión, sobre todo si los novios vienen del extranjero. Qué documentación se necesita y cómo conseguirla.
El estilo de la celebración ayuda a la selección de elementos fundamentales para la ceremonia, el vestido y traje del novio, el cortejo (cuántas personas y qué vestirán), así como la paleta de colores para decorar el lugar de la ceremonia y el banquete.
Si ya se sabe cuándo y dónde, se debe elaborar la lista de asistentes y enviar las invitaciones. Existen opciones para invitaciones digitales o impresas. El diseño de estas invitaciones es muy personal.
Luego debe elegirse a los proveedores de catering, la música, las luces, las flores, las fotos y los videos. Todo debe ir dirigido a crear un ambiente soñado para que la pareja tenga su día perfecto.