El té verde tiene un efecto tonificante y numerosos beneficios para la salud. Es rico en sustancias vegetales secundarias que tienen un efecto de apoyo contra muchas enfermedades. Incluirlo dentro de tus hábitos de consumo favorece el buen estado del organismo, por lo que es ideal que conozcas todas sus propiedades.
Rico en sustancias beneficiosas para la salud
Entre las sustancias vegetales secundarias más importantes están las llamadas catequinas. Estas son sustancias amargas de las plantas y en el té verde están compuestas por un 30-40% de la masa de la hoja seca.
Gracias a su potente contenido de antioxidantes, estas catequinas tienen propiedades que ayudan a combatir condiciones y enfermedades como la obesidad y la diabetes.
Al ser una fuente de polifenoles, el té verde ayuda a reducir inflamaciones y también a luchar contra células cancerígenas. Los radicales libres se detienen así y no tienen posibilidad de dañar las células. Este efecto podría incluso tener un efecto positivo en el proceso de envejecimiento a largo plazo.
Se han publicado innumerables consejos y libros sobre el té verde. Y con razón. Porque casi ninguna otra bebida es tan saludable como esta. Tal como lo hemos mencionado, las principales responsables de estos efectos en la salud son las catequinas y los polifenoles. Las primeras son fuertes captadores de radicales y, por tanto, también tienen efectos antioxidantes específicos.
No solo tiene un efecto antioxidante
También tiene un efecto antiinflamatorio, es decir, regula los procesos inflamatorios crónicos de bajo umbral en el organismo. Ahora sabemos que estos procesos inflamatorios, también conocidos como “inflamación silenciosa”, son un factor de envejecimiento decisivo. En particular, desempeñan un papel clave en las enfermedades neurodegenerativas, como la demencia de Alzheimer o la enfermedad de Parkinson.
Ayuda al cerebro
La cafeína del té verde hace que nos sintamos alertas y lúcidos porque la cafeína bloquea los receptores en el cerebro de un neurotransmisor llamado adenosina, con un marcado efecto. Nos sentimos en forma y nuestro cansancio se suprime temporalmente.
Al mismo tiempo, aumenta la concentración de los neurotransmisores dopamina y noradrenalina, lo que provoca un efecto de levantamiento del ánimo.
El té verde tiene un efecto similar al del café, pero sin provocar la sensación de temblor y sobreexcitación que suele producirse tras una taza de la bebida negra caliente.
El té verde te hace estar alerta y concentrado gracias a su contenido en cafeína. El aminoácido L-teanina que contiene el té verde tiene un efecto relajante y de alivio de la ansiedad al mismo tiempo.
Ayuda a quemar grasa y mejorar rendimiento
Se vende en forma concentrada como suplemento dietético desde hace muchos años. Se dice que estimula la quema de grasas y, por tanto, hace que los kilos caigan.
Sin embargo, sigue siendo controvertido si el té verde realmente estimula el metabolismo. Todo puede depender de la reacción del consumidor de este té, ante la cantidad de cafeína que contiene.
El té verde no es un arma milagrosa contra la grasa, pero es un compañero útil para perder peso. Entre los efectos positivos se encuentran unas mayores ganas de moverse y una mejor movilización de la grasa corporal.
Antienvejecimiento
Los polifenoles, una clase especial de antioxidantes, pueden luchar eficazmente contra los radicales libres, retrasando así los procesos de envejecimiento y favoreciendo la longevidad. También es adecuado para las recetas antienvejecimiento o de belleza.
Protección contra el cáncer
Se sabe que el crecimiento incontrolado de las células se ve favorecido por los procesos oxidativos. Para protegerse de este daño celular, el cuerpo necesita los antioxidantes de las plantas.
Como el té verde es una excelente fuente de antioxidantes, se le atribuyen propiedades para proteger contra el cáncer de mama, de próstata y de colon, entre otros.
Un estudio de observación demostró que las mujeres que bebían más té verde tenían un riesgo entre un 20 y un 30 por ciento menor de desarrollar cáncer de mama.
Este efecto también se observó en el cáncer de intestino. Se encontró hasta un 42% menos de casos entre los bebedores de té.