Con la llegada del calor, la demanda de aires acondicionados se dispara, puesto que se trata de una de las formas más cómodas y rápidas de combatir las altas temperaturas veraniegas. Si bien es cierto que contar con un aire siempre es motivo de calidad de vida y de disfrutar de un espacio más confortable, hay que tener en cuenta que, en la actualidad, existen numerosos tipos de aparatos, con diferentes sistemas, entre los que habrá que elegir, dependiendo del espacio en el que vaya a instalarse y el uso que se le quiera dar al dispositivo.
Son muchas las opciones que están disponibles en el mercado, teniendo además una amplia variedad como por ejemplo, los equipos portátiles, los splits, los aires por conductos o los que cuentan con bombas de calor reversibles, entre otros muchos modelos.
Split y multisplits
Dentro de la amplia variedad de aires acondicionados que existen en la actualidad, los splits son de los aparatos más demandados, de hecho, se han convertido en el sistema más utilizado, principalmente en las viviendas. Esto es debido a que su instalación es bastante sencilla y rápida, además de ser un sistema muy económico y se puede elegir entre diversos aparatos con diferentes potencias, para que se adapte al tamaño de cualquier espacio. Los más habituales son los de pared, aunque también es común ver en locales comerciales o establecimientos de uso público splits de techo. Estos últimos son algo más complejos, aunque ideales si se necesita un sistema de climatización más potente.
En este sentido, el aire acondicionado 3×1 es uno de los más utilizados. Un split que permite poder refrescar hasta tres espacios a la vez, haciendo uso de un solo compresor. Se trata de un sistema que suele contar con un diseño muy estético, a lo que se suma un gran rendimiento, siendo además bastante eficiente.
Con respecto a los multisplits, en este caso son sistemas que tienen más de una unidad, lo que ofrece una gran ventaja puesto que permite realizar modificaciones dependiendo de las características que ofrezca el espacio en el que va a instalarse, además de poder programarlos de diferentes formas.
Equipos portátiles
Otro de los formatos más habituales, a los que se les conoce popularmente como pingüinos. Entre sus ventajas, hay que destacar que tienen un tamaño más compacto y sobre todo, son muy fáciles de trasladar de un lugar a otro. No necesitan instalación, aunque si bien es cierto, no son tan eficientes como los splits y además, son algo más ruidosos.
Sistemas compactos
Se llaman así, porque, dentro de una misma carcasa, tienen instalado tanto el condensador como el evaporador. Y a menudo, se suelen confundir con los sistemas partidos, que son los que tiene dos unidades, una exterior para colocar el condensador y otra interior, donde está el evaporador.
Aunque son sistemas que generan un mayor consumo energético, entre sus ventajas destaca que se instalan de manera sencilla y además, apenas necesitan mantenimiento.
Por conductos
El aire acondicionado por conductos es uno de los sistemas más habituales para refrescar los espacios de gran tamaño. Se les considera sistemas centralizados, que se instalan, por norma general, sobre los falsos techos de los establecimientos.
Hay que decir que este tipo de sistemas permiten climatizar cualquier espacio a la temperatura que se desee, puesto que cuentan con opciones para controlar y regular dicha temperatura.
Sistemas reversibles
Aquí se habla de aparatos que cuentan con bombas de calor reversibles, lo que significa que refresca en verano y ofrece calor en invierno. Se trata de uno de los sistemas que proporcionan más ahorro de energía, además de que su instalación no es demasiado complicada.
En base a esto, hay que decir que también existen sistemas no reversibles, los cuales, solo tienen un solo uso, o bien refrigerar o calentar. Sin embargo, al ser más costosos, cada vez se utilizan menos.
Sistemas evaporativos
Se trata de un tipo de sistema alternativo que se ha vuelto bastante popular. Hay que decir que no son aparatos de aire como tal, aunque sirven de igual modo para refrescar un espacio concreto. Su funcionamiento se basa en las corrientes de aire, lo que hace el sistema es enfriar el agua que está en el interior del mismo y, cuando se evapora, ese aire humedece el espacio, haciendo que tenga una temperatura más fresca y agradable.