Si eres de los que sufre cuando hace calor y no logras conciliar el sueño, sabes que al otro día vas a amanecer sin animo y cansado. Pero lo que seguro desconoces es que esta situación puede generar efectos secundarios en el estado de salud de una persona, especialmente Enel sistema inmune.
Pues existe una relación estrecha entre el sueño y la termorregulación, esto quiere decir que el modo en que los humanos mantiene la temperatura interna estable, puede alterarse y esto perjudica al sistema inmune, haciéndolo más débil.
Por ello, el aumento global que se vive de las altas temperaturas a consecuencia del cambio climático, se puede ver alterado el sueño pues el calor no deja dormir y el sistema inmunitario de una persona termina debilitándose.
El calor no solo genera problemas de descanso
Todos sabemos que el calentamiento global ha causado alteraciones y consecuencias en la calidad del sueño, ya que el aumento de temperatura contribuye a que una persona padezca trastornos de descanso.
A su vez, la exposición a mucha luz durante el día hace que se modifiquen los niveles de melatonina y afectan esto también al sueño. Y ahora, le sumamos a un sueño deficiente una mayor probabilidad de padecer enfermedades infecciosas, demostrándose incluso que la falta de sueño hace que algunas vacunas sean menos eficaces.
Como si esto no fuera suficiente, también se ha confirmado que al interrumpir el descanso, se produce un aumento de la inflamación y se reduce la capacidad que tiene el organismo de combatir las infecciones, ¿Quién lo pensaría?
Por esto es que se ve claramente la relación de la falta de sueño con la reducción de la respuesta inmunitaria, deduciendo que el cambio climático genera mayor riesgo de padecer una infección, justo cuando el planeta se encuentra rodeado de diversos virus, como es el caso del COVID- 19 y la viruela del mono.
Las personas deben tener una temperatura interna estable
Ante toda esta situación es indispensable que las personas tengas una temperatura interna saludable mientras duermen.
Para lo cual se recomienda ventilar todos los espacios destinados al descanso, utilizar ropa cómoda o pijamas frescas, tomar una ducha fresca antes de dormir (esto ayuda a conciliar mejor el sueño), y en caso de calor extremo colocar una tela húmeda sobre la frente.
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