La práctica de no comer carne los viernes anteriores al Viernes Santo de la Semana Santa es una manera de los adeptos a la Iglesia Católica de honrar la agonía y muerte de Jesús. La alimentación frugal es una tradición cuaresmal observada por los fieles.
Se trata de un mandamiento de la Iglesia, que se refiere al ayuno y a la abstención de carne cuando la Iglesia lo exige. Junto con la oración y la limosna, dejar de comer carnes es uno de los tres pilares de la Cuaresma.
¿Qué comer y qué no comer en la Cuaresma?
Hoy se presentarán varias recetas cuaresma. Pero, antes hay que explicar un poco qué significa para la fe católica estos días. Como Jesucristo sufrió y murió un viernes, los cristianos siempre han dedicado ese día a unir sus penas a las de su líder espiritual.
Antes de 1962, la Iglesia obligaba a sus fieles a abstenerse de ingerir carnes todos los días de Cuaresma y no sólo los viernes.
La norma se suavizó oficialmente con el Concilio Vaticano II (en 1962), pero los viernes de Cuaresma siguen siendo días de comidas menos ostentosas.
El canon de la Iglesia Católica establece que todos los viernes, a menos que coincidan con una solemnidad, debe observarse la abstinencia de carne u otros alimentos especificada por la Conferencia Episcopal.
Se pueden comer pescados, mariscos, moluscos, pollo, verduras, pavo y frutas. Se deben evitar las carnes de res, cerdo, cordero y las vísceras.
Estas son las recetas de cuaresma más sencillas para preparar y como lo establecen las normas católicas.
Pollo con verduras
Basta picar un pollo en presas y poner a calentar aceite. Se debe dorar cada pieza, tras lo cual se le puede añadir, cebollas, pimientos y ajo picado y se tapa. Cuando estas verduras ablanden, se le puede colocar tomate troceado o picado, sal, pimienta y una mezcla de calabacín, berenjenas y patatas cortadas y alguna hierba fresca o seca como perejil, orégano o romero.
Se tapa y se cocina a fuego bajo hasta que la carne del pollo se desprenda de los huesos y las verduras queden suaves. Se puede servir sin más guarnición que arroz.
Pescados y mariscos a la parrilla
Se pueden tomar trozos o ruedas del pescado preferido o el que se de localmente en los mares más cercanos y se ponen en un cuenco con aceite de oliva, sal, pimienta, zumo de limón. Se deja ahí por un par de horas.
Transcurrido este tiempo se pueden cocinar a las brasas, sobre un sartén antiadherente o en una parrillera eléctrica.
Hay que considerar los tiempos de cocción de cada pieza. Los pescados no requieren más de 5 minutos por lado. Mientras las gambas, los aros de calamar y otros mariscos solo necesitan cocinarse 3 minutos por cada lado.
Este plato se puede acompañar de ensalada de patatas, habiendo sancochado estas previamente y se bajan en aceite de oliva, ajo y perejil picado y unas gotas de vinagre.
Las patatas se pueden hacer al horno y servir los pescados y mariscos con ensalada de lechugas variadas con tomate y cebolla.
Pechugas de pavo en salsa de naranja
En la carnicería hay que pedir al carnicero que filetear una pechuga de pavo en lonchas no muy gruesas ni muy finas.
A cada locha se le pone sal, pimienta y romero fresco y se mete en un cuenco donde se le añade aceite de ajonjolí o de maíz y zumo de naranjas naturales.
Tras esto se hace en una sartén antiadherente hasta que dore por cada lado. Se sirve con arroz y la ensalada preferida.
Menú vegetariano
Lavar muy bien verduras variadas como berenjenas, calabacín, calabaza, patatas, cebolla, tomate, pimientos rojos y condimentar con ajo, aceite de oliva y orégano. Se lleva al horno hasta que se cocinan y se sirve con pan tostado.
Si no se dispone de horno se pueden cocinar en cacerola sobre el fuego, pero con la llama baja. La idea es que las verduras queden suaves, pero firmes.