Con la llegada del verano, uno de las actividades más emocionantes que surgen es la preparación de bebidas, postres y platos frescos para degustar durante las tardes de relajación en la playa, la piscina o bajo el sol. Los helados son, como bien sabemos, el postre por excelencia para esta época del año.
Por supuesto que tiene su encanto ir a la heladería más cercana y escoger nuestros gustos preferidos. Sin embargo, preparar helados no es para nada difícil, y una buena idea para este verano es desempolvar aquellas recetas familiares que se han transmitido por generaciones, y hacerse con los utensilios necesarios para obtener un resultado profesional.
Qué se necesita para preparar helados
Los helados caseros constan de un sabor y textura particular que no puede compararse con nada. Aunque a muchas personas les gustan en cualquier período del año, es una de las mejores opciones para acompañar tardes o veladas con familiares y amigos. Sencillo de preparar, no necesita de demasiados ingredientes ni grandes conocimientos culinarios para obtener buenos resultados.
Eso sí: habrá algunos utensilios que serán de gran ayuda (otros, indispensables) para que la preparación resulte todo un éxito y puedas realizar grandes presentaciones a la hora de servirla.
Moldes para expandir la creatividad
Aunque puedes hacer una presentación sobria y sin demasiados detalles, comprar moldes para helados será una gran inversión a largo plazo. Son muchos los tipos de postres helados que podrías crear con ellos, abasteciendo de una importante variedad a tus invitados en el caso de que tuvieras que ponerte manos a la obra para una cena, reunión o festividad.
Unos moldes de silicona para mini cubos, por ejemplo, será muy útil para crear tus propios bombones de chocolate. Estos son un gran clásico y gustan a todo el mundo, por lo que podrías considerar esta opción si quieres un sencillo y delicioso postre de verano. Las opciones para decorar son muchas, y puedes servir los bombones con grageas o confites.
Si, por otro lado, te gustaría hacer los clásicos helados de palillo, podrías escoger entre la gran cantidad de moldes que hay disponibles para ello. Algunos tienen forma rectangular o de corazón, mientras que otros son cónicos o cilíndricos, especiales también si te gustaría experimentar creando yogur helado.
Máquinas para helados
Claro que podrías hacerlo de otra manera. Sin embargo, las máquinas o heladeras para helados te facilitarán enormemente la tarea, ya que se trata de aparatos especialmente preparados para este fin.
De éstas existen distintos modelos y estilos, ya que no es lo mismo dedicarle un uso doméstico que utilizarlas para una producción abundante o profesional.
Aun así, esto no significa que las máquinas para helados de uso doméstico carezcan de grandes funciones. Algunas de ellas están diseñadas para preparar tanto helados cremosos como sorbetes, los cuales tienen una consistencia más ligera. Traen incorporados además un vaso medidor y espátula, y capacidad para una refrigeración autónoma.
Una de las grandes ventajas de estas máquinas es que, debido a su avanzada y práctica tecnología, pueden reducirse los tiempos de preparación de manera considerable, alcanzando en algunos casos los cuarenta minutos. Imagina poder disponer de un delicioso helado en tan poco tiempo, sin necesitar preocuparte por nada.
Cabe remarcar que estas heladeras permiten hacer uso de los ingredientes que se necesiten, pudiendo hacer una gran diversidad de helados, bajos en azúcares, aptos para diabéticos o celíacos.
Además, muchas de ellas son fáciles de limpiar, gracias a su función desmontable. Recuerda siempre cuidar la higiene de los utensilios que vayamos a usar para maniobrar alimentos, y en particular, al tratarse de postres helados, para los que probablemente requieras de ingredientes como grasa de leche o cremas.
Envases para una gran presentación
Si no te interesa preparar helados de palillo o te gustaría probar con otra cosa, hay una gran variedad de envases para helados que te servirán para hacer una presentación excepcional. Con unas copas de plástico, por ejemplo, podrás servirlo como lo harían en un restaurante, combinándolo con frutas en rodajas, nueces, almendras o crema.
Las copas son de gran utilidad porque permiten conservar mejor el frío y el estado del helado, que de otra manera, puede llegar a deshacerse más fácilmente y acabar ensuciando. Muchas de las copas tienen una capacidad de 200 cc, adecuada para la mayoría de los postres de estas características, formando la porción perfecta.
Unas tarrinas pueden cumplir con el mismo objetivo, siendo además una opción divertida al venir en distintos colores. Estos envases son especiales para fiestas infantiles o cumpleaños, ya que le dan a los postres helados un aspecto encantador.
Por otro lado, si quisieras elaborar ricas barritas congeladas o helados de galleta, los expositores te permitirán lucirlas sobre la mesa, y ofrecerlas a tus invitados para que se sirvan cuantas deseen.
En el caso de que debieras transportar tu helado para servirlo en otro lugar o evento, unas cajas plegables ayudarán a conservar el frío y el helado en forma, llegando en las mejores condiciones.
Siempre hay que recordar la importancia de que un helado se mantenga con el frío perfecto, para que no pierda sus propiedades. Este es un cuidado particular a tener en consideración especialmente si has decidido utilizar lácteos para hacerlo, ya que si pierde el punto de frío los ingredientes pueden ponerse malos.
Además, la presentación y decoración son asuntos casi imprescindibles, tanto si lo vas a servir para otros como si sólo quieres darte el gusto de hacerlo para ti mismo.
Que un postre tenga buena apariencia hará que se vea más apetecible, añadiendo todavía más satisfacción cuando llegue el momento de degustarlo. Así podrás probar tus habilidades culinarias y creativas, ambas importantes aún para las recetas caseras.