El pescado es uno de los alimentos imprescindibles en la dieta mediterráneo. Con 8.000 kilómetros de costa, las costas españolas están bañadas por dos mares y un océano en los que la fauna marina brilla por su diversidad y calidad. La media de pescado consumido por un español al año, 42 kilos, es más del doble del promedio mundial; un dato que evidencia la importancia de este alimento en nuestro día a día. Su compra es habitual y ha crecido en pescaderías online debido a las mejoras en el transporte y a las enormes posibilidades que ofrece el mundo digital para conseguir productos de otras regiones. El resultado es el de un amplio abanico de recetas para diferentes momentos y contextos.
El bacalao es un animal muy habitual en los platos de algunas regiones del norte, donde se pesca en grandes cantidades. El revuelto de bacalao es una comida tradicional de esta zona, en el que se combina la tradición y las técnicas más vanguardistas para ofrecer un resultado clásico y muy rico. El proceso de elaboración es muy sencillo, pues solo requiere de huevos y los acompañantes básicos aceite, perejil y sal. La clave de este plato es desmigar el bacalao y una vez conseguido, se coloca sobre un cazo y se hierve con agua. Diez minutos después, el resultado se deja en un plato. Tras batir los huevos, cuyo número puede estar entre cuatro y seis; estos se cocinan a fuego medio. Añadimos aquí también un poco de perejil. Durante este paso, hay que remover con una cuchara para conseguir una textura cuajada. Cuando se alcanza el nivel ideal, el fuego se apaga y se coloca, por encima, el bacalao desmigado.
Una de las mejores combinaciones de nuestra cocina es la del mar y la tierra, y esta idea se aprecia perfectamente en la receta de pimientos rellenos de bacalao. Es una técnica más elaborada y que requiere de un mayor número de ingredientes. Primero se elabora la salsa, que incluye media cebolla, dos zanahorias, un tomate, las pieles del bacalao y de las gambas, además de las cabezas de estas; medio pimiento rojo y un poco de vino blanco. Todos se cocinan en una olla con agua, que transcurre a fuego lento durante veinte minutos. Por otro lado, se prepara una sartén con aceite, otra media cebolla y otro medio pimiento cortado a trozos pequeños. A continuación se añaden las gambas peladas y el bacalao (200 gramos de cada uno); y dos minutos después, una cucharada de harina. Tras otros dos minutos, se introduce un poquito de leche y se remueve.
El resultado de lo cocinado en la sartén se introduce en los pimientos de piquillo, en los que se debe dejar muy poco espacio libre. Cuando todos están rellenos, los pimientos se pasan por la harina primero y por huevos batidos, después. El resultado se fríe durante un minuto, a fuego vivo. Entre los últimos pasos está la preparación de la salsa. Para ello hay que retirar las pieles y batirlo todo. Es recomendable pasarlo por un colador para evitar sorpresas. Los pimientos se añaden a la salsa y, tras unos minutos de cocción, estarán preparados para ser llevados a la mesa.
La merluza, un clásico
Otro de los pescados que ofrecen un gran resultado en la cocina es la merluza, que requiere, además, de un proceso de preparación sencillo para ofrecer un plato muy rico. El mejor ejemplo lo tenemos en la merluza al horno con verduras. Estas quedan a la libertad de elección del cocinero, si bien las más habituales para esta receta son tomates, pimientos, patatas y cebollas. Es recomendable freír previamente aquellos alimentos más duros, como es el caso de la patata, para que cojan forma antes de ser introducidos en el horno. La merluza se limpia y corta previamente, al igual que las verduras. En la bandeja, se colocan primero las verduras y, sobre ellas, la merluza. No hay que olvidar, en este momento, dar una pasada con aceite de oliva, esencial en muchos de nuestros platos, y colocar un poco de especias como la pimienta y la sal. La temperatura ideal del horno es 200 grados y la duración se fija en unos veinte minutos. Quien tenga dudas puede acudir a Recetasdepescado.net para obtener los mejores consejos.
El atún
Si hay poco tiempo y queremos comer sano, entonces podemos elegir por un atún a la plancha, cuya elaboración es muy sencilla. El pescado se acompaña con un diente de ajo por cada filete, perejil fresco, un poco de limón, aceite, sal y pimienta. Se cogen estos dos últimos elementos y se colocan sobre cada lomo de atún, que pasa a una plancha o sartén caliente sobre la que hay un chorretón de aceite. A fuego medio, el pescado se cocinará en no más de tres minutos. Antes de iniciar este proceso, se juntan los dientes de ajo, el perejil picado, jugo de limón y aceite en un recipiente. El objetivo es conseguir un aliño de buen sabor que se coloca sobre el pescado cocinado.